El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) elaboró un informe con proyecciones para la campaña 2020/21 en las producciones de soja, girasol y maní y destacó las condiciones climáticas adversas. Por la poca humedad y lluvias, la USDA aseveró que los agricultores dependerán de lluvias oportunas para poder alcanzar los objetivos de rendimiento.

Según el informe, la cosecha de soja de esta campaña podría concluir con un rendimiento medio o superior a la media, pero el panorama abriría las puertas para revisiones a la baja, ya no sólo por las condiciones climáticas sino también por los conflictos que se desarrollaron entre la patronal y los gremios del sector.

Los 20 días de huelga en diciembre en reclamo por una mejora salarial atento a la alta taza de inflación y las jornadas atípicas por la COVID-19, sembraron un desafío adicional para la soja. En relación a eso, la Bolsa de Granos de Rosario afirmó que los días en los que la exportación se vio interrumpida por las medidas de fuerza, se perdieron 100 millones de dólares por día.

Considerando 17,5 millones de hectáreas sembradas, el informe del Departamento americano recortó la producción de soja a 50 millones de toneladas, 1 millón menos que las anticipadas en anteriores informes. El recorte se explica en el impacto de las condiciones climáticas secas en semillas de soja plantadas temprano y los retrasos generados por agricultores que esperaron lluvias para sembrar. La soja plantada tardíamente, de acuerdo a la USDA, tendrá rendimientos ligeramente más bajos que las plantadas temprano.

Las precipitaciones, en las cuatro provincias sojeras por excelencia, se concentraron principalmente en Santa Fe "que ha recibido lluvias adecuadas" pero dispares, ya que el norte de la provincia recibió más lluvias que las tierras agrícolas del sur.

La siembra de soja, en este contexto, se completó en un 87,5% al 30 de diciembre, de acuerdo a los datos provistos por la Bolsa de Granos de Buenos Aires. En la región central del este de Córdoba, noroeste de la provincia de Buenos Aires y sur de la provincia de Santa Fe, la siembra se encuentra prácticamente completa. No obstante, el clima seco condiciona la siembra en la región del norte del Chaco, Santiago de Estero y Tucuman, pero si bien todavía hay retrasos en la siembra, es hasta mediados o fines de enero que los productores pueden completar la siembra. En la provincia de la Pampa y suroeste de Buenos Aires, las lluvias recientes permitieron a los agricultores terminar las siembras.

El recorte en la proyección de exportaciones tiene asiento en múltiples variables: ventas lentas de los agricultores en un entorno económico inflacionario, menor demanda china de frijoles enteros argentinos debido a una mayor disposición a importar soja estadounidense y la potencial fuerte producción brasileña.

Los pronósticos de la USDA en relación a las exportaciones de soja para la campaña 2020/21 rondan las 7 millones de toneladas metricas (MMT), 1 MMT menos que las previstas en septiembre. Sin embargo, el volumen proyectado es un 4,4% superior a los niveles que se proyectaron para 2019/20.

El recorte en la proyección de exportaciones tiene asiento en múltiples variables: ventas lentas de los agricultores en un entorno económico inflacionario, menor demanda china de frijoles enteros argentinos debido a una mayor disposición a importar soja estadounidense y la potencial fuerte producción brasileña. Queda una ventana abierta para una mayor venta y mejores precios en el caso de que a cosecha brasileña sea menor a la esperada.

La molienda, de acuerdo al informe, se reduce para la campaña 2020/21 a 41 MMT, 1,5MMT menos que lo previsto en abril pero un 10,2% más que lo proyectado para 2019/20. Las importaciones, por su parte, se mantienen sin cambios en relación al anterior informe, quedando sólidas en 4.5 MMT. Las existencias de soja aumentaron 2 MMT, alcanzando el récord de 16,59 MMT principalmente fundamentado en la estrategia de los agricultores de conservar la soja como cobertura contra la inflación y la devaluación de la moneda.

La producción de girasol en la campaña 2020/21, por su parte, considerando un área sembrada de 1.410.000 HA también tendrá recortes. Con 270.000 HA hectáreas plantadas menos que las estimadas en el anterior informe de la USDA; el clima seco que impidió la siembra en Chaco y Santiago del Estero y la cosecha del extremo norte gravemente dañada por el tiempo seco, los rendimientos que se esperan no serían los más atractivos.

Si bien en Santa Fe las lluvias permitieron el avance de este cultivo y se percibió un crecimiento en el área plantada, en el sur de la provincia de Buenos Aires y en La Pampa, la expansión de éste cultivo fue modesta, sumando entre un 7% y un 9% más de tierra sembrada. El impulso del aumento de precios internacionales y el crecimiento en la demanda de aceite de girasol en el mercado interno, motivaron ese incremento. La producción total, de acuerdo a la USDA, se proyecta en 2.9 MMT y las exportaciones se limitarán a las 150.00 toneladas.

A diferencia de la soja y el girasol, la USDA anticipa un futuro positivo para el maní durante la campaña 2020/21. En principio, se proyecta un incremento de 10.000 HA sembradas en relación al informe de septiembre, posicionándose en 350.000 HA totales, lo que representa un 11% más que la superficie plantada en 2019/20. El resultado del aumento del aumento de la superficie redundarán en una producción proyectada de 1.35 MMT.

Por la creciente demanda mundial que se proyecta, sumado a la reducción de los impuestos a la exportacion de maní y derivados la renatabilidad en relación a la soja y granos aumentó, revirtiendo la tendencia al recorte de superficie plantada que se venía acumulando desde hace dos temporadas.  La proyección de las exportaciones de maní crecería unas 200.000 toneladas, alcanzando las 950.000 toneladas. Las existencias finales de este cultivo oleaginoso sería de 410.00 toneladas finales.

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