Se trata del primer avión de un total de 22, de acuerdo con Lizzie Litzow, portavoz de la Agencia para el Manejo de la Emergencia Nacional (FEMA, por sus siglas en inglés). De acuerdo a las autoridades estadounidenses, el país necesitará al menos 3,5 millones de barbijos en su combate al virus, por lo que la ayuda china cubriría una mínima parte.

Estados Unidos se ha convertido en las últimas semanas en el principal centro de la pandemia, con más de 140 mil casos y 2500 muertes. China, en cambio, llegó a contabilizar algo más de 80 mil casos. Desde el gobierno de Donald Trump prevén que el total de muertes por coronavirus podría llegar a las 200 mil. Al respecto, el presidente manifestó que si la cifra es de 100 mil muertes, “habremos hecho un gran trabajo”.

El primer caso confirmado en Estados Unidos fue el 21 de enero. La explosión se dio a partir del mes de marzo, cuando se superaron los 100 casos y rápidamente la cifras escalaron exponencialmente.

La ayuda sanitaria de China a Estados Unidos tiene lugar también en el marco de la disputa hegemónica entre ambas potencias y las tensiones comerciales y diplomáticas de los últimos años. Sin embargo, anteriormente había sido Estados Unidos quien había enviado ayuda a China. Fue en el mes de febrero, incluso luego de que la Organización Mundial de la Salud advirtiera sobre el limitado stock mundial de suministros como barbijos y guantes.

El primer caso confirmado en Estados Unidos fue el 21 de enero. La explosión se dio a partir del mes de marzo, cuando se superaron los 100 casos y rápidamente la cifras escalaron exponencialmente. El enorme crecimiento durante el mes de marzo se debe a la propia dinámica de contagio del virus, pero también a un gran incremento de los test realizados. El estado de New York, el más afectado, ya se encuentra con su sistema de salud al borde del colapso.

La intención de Trump, quien en noviembre peleará por la reelección, siempre fue preservar la economía del país.

El presidente Donald Trump ha sido errático en su estrategia contra la pandemia, oscilando entre subestimar la gravedad del virus y tomar el asunto con seriedad. Recién en los últimos días parece haber un viraje definitivamente más acorde con la gravedad de la crisis y ante el inminente colapso del sistema de salud. La intención de Trump, quien en noviembre peleará por la reelección, siempre fue preservar la economía del país lo más posible.

Por ello, la estrategia de Trump está siendo duramente criticada por la oposición. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, responsabilizó este fin de semana al presidente por la pérdida de tiempo y las vidas que costará la crisis del coronavirus.

A pesar de los intentos de Trump, la economía norteamericana ya está sufriendo el impacto de la crisis, las cifras de desempleo han comenzado a crecer considerablemente y la recesión parece inevitable.

Mientras tanto, China se ha mostrado efectiva a la hora de paliar la crisis al menos en el corto plazo y ahora se orienta a ofrecer ayuda a otros países, incluidos los Estados Unidos