La Orfebrería es un arte que ha sido descuidado por el Estado en todos sus niveles. No obstante, gracias a la genialidad de unJuan Carlos Pallarols, heredero de una familia de artesanos, y su legado, diversas escuelas han sostenido esta tradición en el interior de nuestro país.

Pallarols ha trascendido mediáticamente, entre otras cosas por ser quien ha hecho los bastones presidenciales desde el retorno de la Democracia en 1983, además de joyas y regalos institucionales para mandatarios europeos.

Como ejemplos de las escuelas mencionadas, que basan sus obras en el estilo Pallarols, podemos mencionar dos que son muy especiales, a saber:

En Azul, Provincia de Buenos Aires, está el Maestro Cristian Soriano, quien ha ganado importantes premios a nivel Nacional. Él se especializa en cuchillos de plata con toques de oro, aunque hace gargantillas de un gran valor artesanal.

En la localidad de Vaqueros, Provincia de Salta, encontramos al Gaucho Blanco, quien hace varias décadas se dedica a fabricar cuchillos artesanales, monturas y todas las “joyas” que el hombre de campo gusta lucir en los desfiles, fechas patrias y religiosas, y las que necesitan en su diario trajinar en los potreros salteños.

Los trabajos de estos verdaderos artistas en general se hacen por encargo, son totalmente personalizados y los materiales son proporcionados en más de una ocasión por el mismo cliente.

Yla vedette del encargo es el cuchillo criollo, con materiales tales como la madera, la plata o la alpaca. La confección puede tardar entre 4 y 5 días y su valor final puede oscilar entre los 3.000 y los 10.000 pesos argentinos.

En la tradición campera argentina, el cuchillo es considerado un “arma blanca” para ser utilizado como protección, también para cortar la carne que se consume, como herramienta de trabajo y como navaja de afeitar. Heredado de la cultura europea es utilizado en la cintura, sobre los riñones, con el mango del cuchillo asomando hacia el flanco derecho o en las botas.

Cuchillos argentinos de plata y oro elaborados artesanalmente, como los que ilustran esta nota, poseen una hoja lanceolada (en forma de punta de lanza) y se los denomina popularmente “PUÑALES”.

La Daga es más larga que el puñal, posee también hoja de lámina aplanada y delgada, pero su hoja es de doble filo.La daga era un arma más grande que el cuchillo y menor que el facón.  Los gauchos por lo común las construían con bayonetas viejas o restos de espadas.

El cuchillo Caronero es una daga pero de hoja muy larga. Era fabricado a menudo de hoja de espada o sable, de grandes dimensiones, que el paisano llevaba antiguamente bajo las caronas de su recado, de ahí proviene su nombre.

El cuchillo "verijero" es un cuchillo de menor tamaño  y con la hoja pequeña. Se utiliza en los menesteres en que el "facón" por su forma resulta muy incómodo, su utilidad es muy limitada. Era el cuchillo  más usado en las múltiples faenas del campo. El gaucho llevaba este pequeño cuchillo, que puede tener el tamaño de uno de mesa, calzado en la ingle del lado de su mano hábil (en el animal, se llama "verija" a la región inguinal, de allí su nombre).