Luego de los resultados de las PASO, el Gobierno presentará la semana que viene el plan en el que se basará la campaña del Frente de Todos de cara a las elecciones legislativas de noviembre: reconvertir programas sociales en empleo formal. Aún sin definir locación, se espera que el acto de lanzamiento cuente con el acompañamiento de gobernadores, figuras del sindicalismo y el apoyo de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y organizaciones sociales.

Con esta iniciativa la gestión de Alberto Fernández busca la reactivación de la actividad pospandemia mediante la articulación de los sectores público y privado. El plan, en el que trabajaron de manera coordinada los Ministerios de Trabajo, Desarrollo Social, Desarrollo Productivo y Obras Públicas; atenderá a la demanda de diferentes sectores del oficialismo y la oposición a través de la generación de mano de obra intensiva en sectores a los que el COVID-19 afectó particularmente, como la construcción, gastronomía y hotelería.

El proyecto encuentra su antecedente en el Plan de Promoción de Trabajo Registrado Rural, presentado hace algunas semanas en Entre Ríos, y que permite la coexistencia de planes sociales y la contratación formal. El nuevo plan federal de reemplazo de la ayuda social tendrá como eje las herramientas del plan Potenciar Trabajo, por lo que el Estado pagará el 50 % del salario mínimo, vital y móvil ($ 14.580) y los empleadores abonarán el saldo restante hasta cubrir un sueldo básico correspondiente al convenio de cada actividad.

El diseño del plan que busca generar sostenibilidad en la empleabilidad contó también con la participación de referentes de la CGT nacional, sindicatos como la Uocra y Obras Sanitarias, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la empresa estatal AySA y entidades patronales del rubro hotelería y turismo, ya que el gremio (UTHGRA) liderado por Luis Barrionuevo, que representa a los trabajadores de ese sector, se encuentra enfrentado con el kirchnerismo.

Asimismo, la iniciativa plantea como premisa la capacitación en oficios como la albañilería, atención en bares, restaurantes y hoteles, conexión de redes de agua y saneamiento, para su posterior transferencia a los empleos formales destinados a estas actividades. Se espera además que los centros de capacitación de los sindicatos sean los responsables del dictado de los cursos que posibilitarán contar con mano de obra más preparada para los sectores que contribuirán a la recuperación económica.

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