El proyecto de inversión por US$ 22 millones, para la producción acuícola de truchas arco iris, fue presentado ayer ante el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca por la firma Newsan Food.

Según reza el proyecto, se pretende llegar a una producción de 13.000 toneladas en los primeros cinco años, para lograr una facturación de US$ 65 millones en ventas de exportación, así como también en la comercialización del producto en el mercado argentino.

El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, con expectativas positivas, elogió la iniciativa privada y su importancia para el crecimiento del sector pesquero: "Celebramos recibir este tipo de iniciativas que le permiten a nuestro país mayor visibilidad a nivel global, siguiendo con la tendencia mundial de impulso a este sector. Se trata de un proyecto innovador que pone en valor la actividad y busca generar una nueva ventana de Argentina al mundo".

"Es la segunda vez que una empresa líder en pesca que vuelca su mirada a la acuicultura, es un proceso que tenemos que seguir motorizando. Creemos que este sector tiene un potencial inmenso para sustituir importaciones, para abastecer el mercado interno y es una de las llaves para generar una producción con más empleo regional", sumó el funcionario nacional.

"Nos tomamos la acuicultura muy en serio, hemos contratado técnicos, estamos capacitando gente, estamos recorriendo las provincias y estamos llamando a las empresas para que inviertan, es un negocio que en perspectiva temporal va a abrir puertas y nos traerá grandes resultados", cerró el titular de la cartera de pesca.

Representando la empresa Newsan Food, su director, Miguel Glikman, apuntó que "se estima que la acuicultura será la principal fuente de provisión de proteína de origen animal para el año 2050, cuando la población en el mundo supere los 9 mil millones de personas".

El ejecutivo sumó además que: "Para nosotros es una oportunidad para acompañar el desarrollo de la actividad con nuevas inversiones; en esta ocasión promoviendo la ampliación de la matriz productiva. Este proyecto se realizará en armonía con las sociedades locales, apuntando al desarrollo de las comunidades y actores artesanales".

Es que a través de la acuicultura, que es la cría y desarrollo de diferentes especies de peces para consumo, se puede comprobar la trazabilidad del pescado producido y de dónde proviene con exactitud.

Además, la actividad reduce la presión sobre la pesca de especies en peligro de extinción. Se favorecen la gran mayoría de las actividades locales en los alrededores de los centros productivos, generando puestos de trabajo y actividades económicas concatenadas por el efecto cascada  a nivel local.

La iniciativa está planteada para situarse en el Embalse Cuenca del Limay, entre las provincias de Neuquén y Rio Negro,en aguas ya certificadas por Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) como libres de enfermedades.

El destino de las producciones estará orientado a la exportación a principales mercados del mundo (Japón, Estados Unidos, China y Europa) y al mercado interno para sustitución de importaciones de Chile.

El proyecto se desarrollará "de manera gradual, cumpliendo las etapas para asegurar el cuidado medioambiental", según indicaron desde la cartera de pesca.

Las diferentes etapas del proceso implican de un tiempo productivo de unos 28 meses divididos en cinco etapas: el hatchery (5 meses), la crianza (3 meses), el engorde (de 12 a 24 meses), la cosecha y la etapa final del proceso productivo en plantas para generar producto de valor agregado para vender hacia los diferentes destinos de mercados de exportación. Una vez completadas las primeras etapas del proceso, las mismas deben permitir una escalabilidad, para poder lograr volúmenes significativos generar economías de escala y desarrollos que lleven a una industrialización de la actividad.

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