Educar en tiempos de pandemia

Escuela y familia, juntos se puede

Directoras de escuelas rurales de Argentina contaron a El Agrario cómo se adaptan a esta nueva modalidad de educar a sus alumnos a la distancia. Ante la falta de recursos y conectividad, se fortalece el vínculo familia-escuela.

Por Camila Correa | 18-05-2020 04:00hs

El Agrario entrevistó a maestras, maestros, directoras y directores de distintas escuelas rurales de la Argentina para conocer la realidad que se vive en las zonas rurales. Con más de 50 días confinamiento, los testimonios confirman lo imaginado: en tiempos de pandemia las maestras continúan su labor con responsabilidad y dedicación.

En estos testimonios se repiten algunos retos y desafíos con los que se enfrentan los docentes rurales a la hora de hacerles llegar la tarea a sus alumnos, pero también se refleja su indiscutible vocación.  Con el don de la sabiduría han logrado que en muchos niños y jóvenes crezca el deseo de seguir aprendiendo a través de la creatividad, la imaginación y el amor que les hacen llegar a sus alumnos.

Gabriela Josefina Villalba, directora y personal único rural de la Escuela Nº 282 "Francisco Javier Carruega", ubicada en el Paraje Rincón del Yaguarí, Departamento Mercedes, de la provincia de Corrientes, nos contó que "las clases se iniciaron con mucho entusiasmo, recibimos donaciones de útiles escolares y conseguimos que se acerquen médicos y personal del INTA a brindar charlas".

La escuela de Rincón del Yaguarí tiene plurigrado desde Nivel Inicial hasta 6to Grado. "Éste año tengo a Luis de 5 años en Nivel Inicial; 4 alumnos de 1er grado, 1 alumno de 2do grado, 1 alumno de 3er grado y 1 de 4to grado", detalló.

"Cuando se inició la restricción, los alumnos tenían actividades como para una semana, días previos al anuncio del aislamiento pronosticaron lluvia y cuando llueve no puedo entrar a la escuela y nos anticipamos a brindarles tareas para realizar en sus casas", explicó Gabriela que vive en la ciudad de Curuzú Cuatiá a 70 kilómetros del Paraje.

En relación a la falta de Internet contó que: "Sólo las madres tienen un teléfono con los usos básicos. Llamadas, Whatsapp y mensajes de texto. Internet sólo en la escuela y cuando haya luz. A veces pasamos una semana completa sin energía eléctrica. Hay 2 alumnos que viven en estancias y no tienen energía eléctrica para cargar los celulares".

Asimismo explicó que  la dificultades continuaron incluso cuando el Gobierno nacional envió los  cuadernillos. "Nos encontramos con que no se podían descargar las actividades, entonces se me ocurrió hacer captura de pantalla de cada hoja. Pero continuaron las dificultades, nos dijeron que iban a llegar los cuadernillos impresos a las escuelas cabecera de cada ciudad y cuando llegaron eran pocos. Finalmente llevé los cuadernillos impresos por mí. Ocasionando un gasto bastante importante de tinta para la impresora y hojas". Y destacó que su trabajo también consiste en realizar un seguimiento diario por mensajes de texto o por Whatsapp, "animándolos a continuar trabajando y poniéndome a disposición para cualquier duda o dificultad, ya que muchas familias no saben cómo descargar la tarea", indicó.

Por su parte Daniela Vissani, directora de la Escuela Nº 1033 Colonia Juan Larrea, ubicada a 50 km de la localidad de Charata, Chaco, expresó: "La situación de la escuela antes de la pandemia era llevadera, con 27 niños en el Nivel Primario y 13 niños en el Nivel Inicial.  Contamos con una población de criollos y aborígenes de la etnia mocoví".

La directora destacó el acompañamiento de la familia y el fuerte trabajo que se realiza entre el docente, familia y alumno en esta nueva manera de educar y manifestó: "El docente siempre está utilizando la tecnología, pero la situación que enfrentamos en  la institución es que no hay señal de Internet.  Algunos papás tienen que salir de sus viviendas a buscar señal y logramos comunicarnos, únicamente por mensaje de texto. A veces tenemos que mandar un mensaje para indicar que a tal hora los llamamos".

La modalidad que encontraron los docentes de esta escuela, es hacer fotocopias de las actividades de los cuadernillos que brindó el Ministerio de Educación y reforzar el vínculo familia-escuela. "Cada 15  días nos encontramos en la escuela con las familias y les explicamos cómo tienen que enseñarle la tareas a sus hijos, es una clase que les brindamos porque sabemos que se puede llegar a complicar".

Por último destacó que: "Las familias y los niños siempre están predispuestos. Antes de la pandemia llegábamos a la escuela y abrazábamos al niño, hoy no lo vemos, ojalá pase pronto y  podamos volver a encontrarnos".

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