Gestión ambiental

Ganadería racional y sostenible, integrada al bosque nativo

Especialistas del INTA de Santiago del Estero investigan el rolado selectivo, una de las técnicas de manejo en los sistemas ganaderos integrados.

Por Marisa Massaccesi | 06-02-2021 11:01hs

El Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI) tiene el objetivo de conservar el bosque nativo y su biodiversidad basándose en la adopción de tecnologías de bajo impacto ambiental. Por eso, su visión integral del ambiente busca el equilibrio entre la capacidad productiva, su integralidad y sus servicios para mantener y mejorar el bienestar del productor y las comunidades asociadas.

Frente a las distintas presiones que experimentan las regiones forestales a nivel nacional, el MBGI constituye una alternativa novedosa, cuya demanda es unificar las necesidades de un desarrollo agroproductivo con la sustentabilidad de los sistemas de bosques nativos.

 

Rolado Selectivo en Santiago del Estero

En esta provincia, investigadores del INTA (Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria), ensayan sobre prácticas de manejo aplicadas a la ganadería integrada, con una de las técnicas más difundidas: el Rolado Selectivo de baja intensidad.

Al respecto, el investigador del INTA en Santiago del Estero Darío Coria explicó: "El rolado busca lidiar con el problema de la invasión de especies silvestres sobre espacios ganaderos y consiste en pasar un cilindro metálico con cuchillas, de tamaño variable, traccionado por tractores pequeños que producen baja intensidad".

Según lo explicado por Coria, se busca la integración racional y sostenible de las actividades forestales y ganaderas, con menor impacto en la ecología y rentabilidad comercial a largo plazo. "Se pueden notar los cambios y el tratamiento puede estirarse por más de seis años si el manejo es adecuado", agregó.

En este contexto, para Florencia Saracco, investigadora en manejo sustentable de bosques nativos del INTA Santiago del Estero, "se pasó de situaciones en donde se tenía el 80 % de cobertura leñosa con 300 a 400 kilos de forraje por hectárea, a escenarios en donde se conservaba el 30 % de cobertura y aprovechando la materia orgánica aportada al suelo se generaba mayor rendimiento por superficie".

Los resultados de los ensayos que se obtuvieron hasta el momento, arrojan una mejora en la disponibilidad de pasturas para los animales ya que, aumenta el acceso al forraje, a la vez, que se conserva la cobertura arbórea que permite crear un circuito más sustentable.

El Plan Nacional de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (PNMBGI) se formuló en el año 2015 frente a un escenario de ampliación de la frontera agraria, con desplazamiento de la ganadería hacia los bosques.

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