A poco más de 20 días del cambio de gobierno, el futuro de la economía nacional avanza a tientas. La extraña práctica de publicar los cambios de estrategia política días no hábiles, terminan por dar con un panorama con más dudas que certezas.

Acercándose a esa modalidad, el Banco Central emanó un comunicado en días en que la guardia estaba baja. Lo informado no es ni más ni menos que los objetivos de política monetaria y financiera para este 2020. A partir de la publicación, el economista Daniel Sticco analizó en Mercado Visión el impacto de las medidas y su potencial efectividad.

Lo anunciado no es un plan económico sino un pronunciamiento de intenciones.

Partiendo desde el cuestionamiento a la publicación de "objetivos y planes de desarrollo de políticas monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año 2020", sin presupuesto, "sin plan financiero a largo plazo, sin política comercial externa y sin definiciones en cuanto al pago de la deuda; cabe asegurar que lo anunciado no es un plan económico sino un pronunciamiento de intenciones".

Los lineamientos van orientados, según Sticco, a seguir con políticas que no titubearon en criticar de la gestión anterior, como lo fueron las políticas previsionales, entre otras. Sin embargo, Martín Guzmán, actual Ministro de Economía, reconoció el mérito que tuvo la gestión macrista en avanzar hacia la estabilidad macro-económica.

Los objetivos propuestos apuntan a eliminar el déficit fiscal y recuperar el superhábit de la balanza comercial.

Los objetivos propuestos apuntan a eliminar el déficit fiscal y recuperar el superhábit de la balanza comercial. Sin embargo, las medidas concretas para lograr estos objetivos, en un análisis exhaustivo no parecen ser efectivas: "Mejorar las finanzas públicas aumentando impuestos y no bajando los gastos públicos, deviene en un "castigo a la producción". Así lo expresó Sticco en el Canal Rural, "Si se quiere generar divisas, aumentando las retenciones lo que se está haciendo es desalentando la producción, y por ende, alejándonos cada vez más del pleno empleo y la baja de la pobreza".

Las retenciones, sumadas al dolar turista, no permiten que se acorte la brecha entre la capacidad ociosa y la afectiva productividad. El economista destaca que "debería haber una diferenciación en cuanto al dolar turista para aquellos productores que viajan con el objetivo de ubicar su producción en otros mercados." Lo que el economista sugiere es que se "debería aumentar la competitividad y productividad del trabajo, para que un tipo de cambio alto permita mejorar los salarios y reactivar el comercio".

En el sector industrial hay un 40% de capacidad ociosa.

La incertidumbre alrededor del dolar no sólo afecta la previsibilidad de las empresas y su búsqueda de nuevos mercados sino que también afecta de lleno a los productores que requieren insumos en dólares para producir, para los cuales "deberían existir diferenciaciones para evitar el cese de actividades, despidos y poder seguir adelante", en expansión.

Según los indicadores de actividad, en el sector industrial hay un 40% de capacidad ociosa; en el sector agropecuario podríamos llegar potencialmente a 200 millones de toneladas de granos; y en el sector ganadero a 80 millones de cabezas de ganado. Para llegar a esos índices "tendrían queaplicarse incentivos que promuevan la inversión y el empleo, acompañadas con una reducción considerable del gasto publico".

Suba de impuestos, sin bajas en el gasto público, es un flujo que dista del crecimiento, se genera una situación de estancamiento que no reduce el 35 % de pobreza existente.

"Suba de impuestos, sin bajas en el gasto público, es un flujo que dista del crecimiento, se genera una situación de estancamiento que no reduce el 35 % de pobreza existente". El economista destaca, a su vez, que el discurso oficialista afirma que la "economía está destrozada" mientras que paralelamente anuncia que habrá un control riguroso a las empresas para que no ganen "de más". "¿Si la economía está devastada, por qué se cree que las empresas tienen capacidad para absorber más peso impositivo? ¿Por qué no se aplican estrategias que incentiven la producción y reactiven el comercio?", pregunta Sticco.

Según Sticco, el 40% de empleo informal no debe ser "atacado" a través de medidas restrictivas para la producción sino con incentivos que apunten a la formalización laboral (que a su vez colaboraría con el desbarajuste previsional). "Bajar los costos laborales para las empresas, las contribuciones patronales y hacerlos correlativos a la cuenta del IVA, sería una medida estupenda para incentivar a los empleadores a poner en blanco a sus trabajadores."

El economista concluye que los objetivos son positivos sin embargo, "las medidas que se dieron a conocer no son efectivas para lograrlos", se trata de una carcasa carente de contenido; para alcanzarlo el gobierno" debe dejar de aumentar impuestos que reduzcan las exportaciones, inversiones y la producción y apuntar a los estímulos positivos para dar con una economía en crecimiento" que resuelva todos los focos de problemas que asechan a la Argentina