El papa Francisco la canonizó hoy

MAMA ANTULA, primera santa argentina

El Papa Francisco declaró hoy oficialmente santa a María Antonia de San José de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, la primera mujer argentina de la historia en ser canonizada.

Por Redacción El Agrario | 11-02-2024 08:42hs

Durante la misa de canonización de la que participó, entre otros, el presidente Javier Milei, el Papa convirtió oficialmente en santa a Mama Antulaal leer en latín la elevación a los altares de "Beatam Mariam Antoniam a Sancto Ioseph de Paz y Figueroa".

 

"En honor de la Santa e individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchando el parecer de numerosos hermanos en el Episcopado, declaramos y definimos Santa la beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sea honrada devotamente entre los santos", proclamó el Papa.

Con esa fórmula, la creadora de los ejercicios espirituales nacida en lo que entonces era la provincia de Tucumán en 1730, actualmente Santiago del Estero, y fallecida en Buenos Aires en 1799 se convirtió en la primera santa de la historia del país.

Mama Antula, que había sido beatificada en 2016, se convirtió en santa luego de que en octubre pasado Francisco aprobara un milagro atribuido a su "intercesión" en la sanación de Claudio Perusini, quien se recuperó de un "ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico" gracias a la intercesión de la laica consagrada.

En la ceremonia, iniciada a las 9.23 de Roma (5.23 de Argentina), participan además religiosos argentinos como los cardenales Mario Poli y Víctor Manuel "Tucho" Fernández y los obispos Carlos Tissera y Jorge Ignacio Cuerva, entre otros.

Conceptos de la Omilía de Francisco:

"Dejémonos “tocar” por Jesús para convertirnos en testigos de su amor que salva"

“Mama Antula ‘tocada’ y ‘sanada’ por el ‘pequeño Dios de los pequeños’, al que anunció durante toda su vida, sin cansarse, porque estaba convencida —como le gustaba repetir— de que «la paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia». Que su ejemplo y su intercesión nos ayuden a crecer en la caridad según el corazón de Dios”.

Esta fue la invitación del Papa Francisco al final de su homilía en la Santa Misa que presidió este domingo 11 de febrero, en la Basílica de San Pedro, con ocasión de la canonización de la beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, la primera santa argentina.

Tres “lepras del alma”

De esta situación el Papa Francisco identifica tres “lepras del alma” que hacen sufrir a una persona débil descartándola como un desecho, porque causan una gran injusticia y son: miedo, prejuicio y falsa religiosidad.

 

“Hermanos, hermanas, no pensemos que son sólo cosas del pasado. ¡Cuántas personas que sufren encontramos en las aceras de nuestras ciudades! ¡Y cuántos miedos, prejuicios e incoherencias, aun entre los que creen y se profesan cristianos, contribuyen a herirlas aún más! También en nuestro tiempo hay tanta marginación, hay barreras que derribar, ‘lepras’ que sanar”.

Dos gestos de Jesús para salvar al hombre

Ante estas enfermedades que corroen el alma, el Santo Padre presenta dos gestos que Jesús realiza para salvar al hombre: toca y sana. El primer gesto que Jesús realiza es tocar. Ante el grito de ayuda de aquel hombre, siente compasión, extiende la mano y lo toca, aun sabiendo que, haciéndolo, se convertirá a su vez en un “rechazado”. El Señor habría podido entonces evitar tocar a aquella persona, habría sido suficiente con “curarla a distancia”. Pero Cristo no es así, su camino es el del amor que se acerca al que sufre, que entra en contacto, que toca sus heridas.

“Nuestro Dios, queridos hermanos y hermanas, no permaneció distante en el cielo, sino que en Jesús se hizo hombre para tocar nuestra pobreza. Y frente a la ‘lepra’ más grave, la del pecado, no dudó en morir en la cruz, fuera de los muros de la ciudad, repudiado como un pecador, para tocar nuestra realidad humana hasta lo más hondo”.

A los fieles y peregrinos argentinos y de otras partes del mundo que llegaron para la canonización de Mama Antula, el Obispo de Roma les preguntó si sabemos hacer nuestro el “toque” de Jesús.

Dijo que no es fácil y por eso debemos vigilar cuando en el corazón se asoman los instintos contrarios a su “hacerse cercano” y a su “hacerse don”, sobre todo, cuando tomamos distancia de los demás para centrarnos en nosotros mismos, cuando reducimos el mundo a los recintos de nuestro “estar bien”, cuando creemos que el problema es siempre y solamente los demás.

“En estos casos tengamos cuidado, porque el diagnóstico es claro: se trata de ‘lepra del alma’; una enfermedad que nos hace insensibles al amor, a la compasión, que nos destruye por medio de las ‘gangrenas’ del egoísmo, del prejuicio, de la indiferencia y de la intolerancia. Estemos atentos también porque sucede como en el caso de las primeras manchitas de lepra, las que aparecen en la piel en la fase inicial del mal: si no se actúa de inmediato, la infección crece y se vuelve devastadora”.

"El contacto con Jesús sana al hombre"

Ante esta enfermedad el Santo Padre señaló que el tratamiento es el segundo gesto que Jesús realiza en el Evangelio, es decir, sanar. Su “tocar”, en efecto, no sólo indica cercanía, sino que es el inicio de la sanación. Porque es dejándonos tocar por Jesús que sanamos por dentro, en el corazón.

"Cuando Jesús nos toca renace lo mejor de nosotros mismos"

El Papa Francisco también invitó a preguntarnos, ¿hago que Jesús toque mis “lepras” para que me sane? Al “toque” de Jesús, en efecto, renace lo mejor de nosotros mismos. Los tejidos del corazón se regeneran; la sangre de nuestros impulsos creativos vuelve a fluir cargada de amor; las heridas de los errores del pasado se curan y la piel de las relaciones recupera su consistencia sana y natural.

“Retorna así la belleza que tenemos, la belleza que somos. Sintiéndonos amados por Cristo redescubrimos la alegría de entregarnos a los demás, sin miedos ni prejuicios, libres de formas de religiosidad anestesiantes y despojadas de la carne del hermano. Así se fortalece en nosotros la capacidad de amar, más allá de cualquier cálculo y conveniencia”.

El testimonio de la primera santa argentina

Finalmente, el Papa Francisco señaló que la primera santa argentina, María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como “Mama Antula”, impulsada por su celo apostólico enseñó con su vida la cercanía y la salvación de Dios. “Tocada” por Jesús gracias a los Ejercicios espirituales, en un contexto marcado por la miseria material y moral, se desgastó en primera persona, en medio de mil dificultades, para que muchos otros pudieran vivir su misma experiencia.

“De esta manera involucró a un sinfín de personas y fundó obras que perduran hasta nuestros días. Pacífica de corazón, iba “armada” con una gran cruz de madera, una imagen de la Dolorosa y un pequeño crucifijo al cuello que llevaba prendida una imagen del Niño Jesús. Lo llamaba “Manuelito”, el “pequeño Dios con nosotros”. “Tocada” y “sanada” por el “pequeño Dios de los pequeños”, al que anunció durante toda su vida, sin cansarse, porque estaba convencida —como le gustaba repetir— de que «la paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia». Que su ejemplo y su intercesión nos ayuden a crecer en la caridad según el corazón de Dios”.

El saludo de Milei a Francisco

Milei saludó a Francisco y participó de la misa de canonización de Mama Antula. El mandatario saludó al pontífice en la sacristía de la basílica vaticana, en su rol de jefe de la delegación argentina para la misa iniciada a las 9.23 horas locales (5.23 de Argentina).

Antes de ingresar al recinto, Milei manifestó a los medios presentes que estaba “muy emocionado” y que esta ceremonia “es un momento muy importante para la historia argentina". El presidente estuvo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; por la canciller Diana Mondino; por el ministro del Interior, Guillermo Francos; y por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, entre otras autoridades.

Tras la misa, apenas pasadas las 11 de Roma, Francisco se acercó a saludar a Milei en su silla de ruedas antes de dejar la Basílica y los dos jefes de Estado se despidieron con un abrazo. El pontífice también saludó a otros miembros de la delegación, como Karina Milei y Guillermo Francos.

Está previsto para mañana a desde las 9 a.m. hora de Roma, un encuentro entre el Presidente y el Papa en la Biblioteca privada del pontífice en el Palacio Apostólico. ¿Le pedirá Milei perdón a Francisco por los insultos que le profirió públicamente?

Además de la comitiva del Gobierno nacional, también estuvieron presentes en la misa el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.

¿Le pedirá Milei perdón a Francisco por los insultos que le profirió públicamente?

Fuentes: Agencia Nacional de Noticias TÉLAM, Renato Martinez en Ciudad del Vaticano, Agencia Vatican News y Agence France Presse (AFP).

Versión oficial de toda la ceremonia de canonización de MAMA ANTULA

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