Innovación

Molinos de viento: una nueva forma de dar batalla a las heladas

La tecnología al servicio de los agricultores para brindar mayor seguridad y cobertura a los cultivos.

Por Redacción El Agrario | 14-12-2019 02:30hs

A pesar de los grandes avances tecnológicos en el campo de la agricultura, la producción agrícola continúa dependiendo de la meteorología y del clima. El daño por heladas resulta uno de los problemas más grandes para los productores ya que una noche de temperaturas bajo cero pueden significar la pérdida total del cultivo.

Los métodos de protección activa son varios y diversos: aspersores, que cubren con escarcha los árboles para evitar la congelación de los brotes; estufas, que suavizan el ambiente; mantas térmicas, un material a base de filamentos infinitos, termalmente consolidados, que le permite una gran resistencia a las bajas temperaturas. Pero la novedad son los molinos de viento.

 

¿Cómo funcionan?

Los molinos combaten las heladas evitando que las temperaturas cerca del suelo sean bajo cero. Impulsan las corrientes de aire cálido al suelo, invirtiendo el aire más caliente que está en las capas más altas.

 

¿Cuál es la ventaja de este sistema?

La cobertura es su principal fortaleza. Dependiendo de los cultivos y la topografía pueden alcanzar un radio de hasta 7 hectáreas. Funcionan con motores diesel o a gas propano con un consumo de 35 o 65 litros por hora respectivamente. La máquina trabaja a 10 metros de altura y no daña a los frutos, ya que si bien el “movimiento del aire” es fuerte se instala con una inclinación de 6°, por lo que el viento toca el suelo a 80 metros de la base.

Mientras que el efecto de las estufas se invierte a rápida velocidad perdiendo el calor, los sistemas de riego por aspersión necesitan de buena disponibilidad de agua, recurso no siempre disponible en cantidad. Los ventiladores por si solos utilizan normalmente sólo de un 5% a un 10% del combustible consumido por un sistema de protección con estufas de petróleo.

 

Inversión

Esta tecnología se encuentra disponible para Argentina a través de un proveedor chileno. Si bien la inversión inicial es grande (U$D 45.000), sobre todo teniendo en cuenta los costos de importación, la instalación de esta maquinaria ha demostrado un buen recupero a través de los probados beneficios de la cosecha tanto en Chile como en Estados Unidos y España

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