RECOMENDACIÓN A PRODUCTORES

La Niña nos cambia la logística

Por Gerardo Gallo Candolo | 15-11-2020 11:27hs

Las lluvias de las últimas semanas trajeron alivio a muchos lotes de trigo pero han sido erráticas en cantidad y en su distribución. Aunque llegaron tarde para los trigos del Norte del país, en algunos sitios fueron suficientes para reiniciar la siembra de la gruesa, aunque vemos que muchas se comenzaron con una mínima humedad del suelo.

Ya mencionamos en artículos anteriores que la etapa más importante en la cual un cultivo necesita del agua y de los nutrientes para expresar su máximo potencial es aquella que debemos hacer coincidir con buena humedad en el suelo o/y lluvias. En el caso de la soja esa etapa crítica es cuando las vainas están completamente desarrolladas y los granitos empiezan a crecer dentro de las mismas. Pero para arribar a esa etapa en el verano debemos llegar con suficientes plantas, uniformes y con excelente desarrollo; y eso se logra con una buena siembra.

La semilla de soja debe absorber más de la mitad de su peso en agua antes de germinar, es por eso que hay que ser muy cuidadosos en la logística de la siembra para coordinar los trabajos con el contratista de siembra.

Aun pensando que se logre un buen contacto del grano con el suelo (ruedas compactadoras), dispongamos de una semilla con 100% de poder germinativo y la mejor sembradora, donde la velocidad y distribución de siembra es la correcta, es algo difícil esperar una excelente implantación si la humedad es una limitante.

La “niña” nos hace replantear muchas decisiones y la tecnología y la comunicación nos ayudan a tener la iniciativa para apuntalar nuestra inversión.

En esta campaña donde “la niña” se ha puesto muy caprichosa urge planificar con el contratista o/y con la sembradora propia, el orden de lotes a sembrar según la humedad observada en cada uno.

Profundidad de siembra según suelo y tamaño de semilla, cobertura del lote, barredor de rastrojo y ruedas compactadoras laterales, contar con buen pronóstico del clima, fechas del barbecho y observación de germinación de malezas en profundidad son algunas de las tantas variables que se debe manejar el agricultor para decidir el orden de siembra conjuntamente con los ciclos de madurez de las semillas que tiene disponible. Todo un arte.

No es inapropiado que tengamos dos fechas de siembra en un mismo potrero: temprano el bajo y más tarde con una futura lluvia la parte alta del lote.

Pensemos que la mayor parte de las malezas tendrán la misma oportunidad de germinar que nuestra soja, pero aquellas de semillas chicas y otras (que siempre están más adaptadas que el cultivo), invadirán el lote auspiciando futuros problemas. El manejo de las mismas con controles de refuerzo de barbechos y el manejo de malezas problemas, se suman a las decisiones que se deben tomar en estos días donde el agua es escasa.

La “niña” nos hace replantear muchas decisiones y la tecnología y la comunicación nos ayudan a tener la iniciativa para apuntalar nuestra inversión.

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