Agricultura

¿Planificando con Niña o Niño?

Qué herramientas se encuentran disponibles y debemos considerar a la hora de planificar teniendo en cuenta los pronósticos climáticos.

Por Gerardo Gallo Candolo | 28-08-2021 10:50hs

Cuando el productor planifica sus siembras diversifica los riesgos utilizando más de un cultivo, y dentro de estos varias cultivares y fechas de siembra. Presupuesta margen en función de los rindes esperados y los precios de los mercados. ¿Cómo influyen los pronósticos climáticos en esas decisiones?

Pensemos que estamos planificando la cosecha gruesa y tenemos la posibilidad de repartir en nuestro campo lotes con girasol, maíz, sorgo o soja. Situación que se presenta en gran parte de nuestra pradera pampeana.

Al pronosticar los márgenes esperados utilizamos los rindes medios del campo y cuando hilamos con más detalle lo relacionamos al clima de la campaña. Normalmente en los “años secos” o “Niña”, de acuerdo a los especialistas, el girasol y el sorgo están más cerca de los mejores promedios que el maíz. Aunque es fundamental escuchar a los climatólogos para tomar la decisión final, la realidad es que la tecnología fue quemando etapas, mejorando los rindes y la adaptación a diferentes ambientes de los nuevos cultivares.

Siempre tenemos la opción de repartir riesgos con las opciones tradicionales de elegir materiales de distinto ciclo y con diferentes fechas de siembra, también en sembrar con distintas densidades de siembra, pero hoy debemos conocer algunas acotaciones basadas en investigación y experiencia. Veamos:

Los semilleros ofrecen recomendaciones donde se identifican a los rindes de sus diferentes híbridos de maíz según ambientes. Hay materiales que son excelentes  en ambientes de bajo potencial pero al mejorar las condiciones son superados por otros que se comportan de manera inversa. Estas características las conocen los asesores y sirven para ubicarlos en su correspondiente lote,

Los genetistas están logrando híbridos de girasol que son menos afectados por enfermedades en años húmedos sin perder su capacidad de buen comportamiento en situaciones de pocas precipitaciones.

En muchas zonas es tan importante conocer las lluvias esperadas como la profundidad de napa, fundamentalmente para maíz.

Recordemos que el pronóstico del tiempo de la próxima campaña, además de las probabilidades de certeza, es menos confiable a medida que nos acercamos a la escala del campo. Por eso es fundamental distribuir siempre los riesgos y las nuevas tecnologías y experiencias nos ayudan a ello.

 

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