El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o por realizar actividad física intensa a altas temperaturas en ambientes calurosos o poco ventilados. El cuerpo pierde agua y sales que son esenciales para su funcionamiento y empieza a tener dificultades para regular su temperatura, alcanzando los 40 grados o más.

¿Cómo prevenir un golpe de calor?

• Consumir mucho líquido: en especial agua fresca de fuente confiable, durante todo el día aun sin tener sed. Evitar las bebidas alcohólicas y con mucha azúcar.
• Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 hs.
• No realizar actividad física intensa
• Permanecer en lugares frescos
• Consumir frutas y verduras
• Utilizar ropa de colores claros, holgada y fresca
• Proteger tu piel con pantalla solar con factor 30 o superior y renovarla periódicamente ante el contacto con el agua o la transpiración.

Síntomás del golpe de calor:

• Fiebre
• Sed intensa
• Sensación de calor sofocante
• Piel seca
• Dolor de estomago
• Falta de apetito y nauseas
• Dolor de cabeza, mareos e incluso desmayo
• En bebés puede verse la piel irritada en cuello, pecho, axilas pliegues del codo y en la zona del pañal, irritabilidad y llanto

Ante la aparición de los síntomas descriptos se debe actuar de la siguiente manera:

• Trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo y hacer que mantenga la cabeza un poco alta
• Intentar refrescarlo, darle de beber agua fresca, aplicarle hielo en la cabeza y mojarle la ropa
• Solicitar ayuda médica
• No consumir medicamentos antifebriles

Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés y niños pequeños, los mayores de 65 años, y quienes padecen enfermedades crónicas respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y diabetes