En Argentina, cada 10 de julio se celebra el Día de la Ganadería. La elección de esta fecha, se remonta a la fundación de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en 1866 como un reconocimiento por la actividad ganadera, uno de los grandes puntales de la economía de nuestro país.

La llegada de colonos europeos trajo consigo animales como ovejas y cabras, que con el tiempo encontraron en las provincias del norte las condiciones climáticas óptimas para desarrollarse. De la misma forma, otros animales como la vaca, el toro y el caballo encontraron en la pampa argentina un lugar rico en pastizales y agua para desarrollarse y reproducirse favorablemente. A fines del siglo XVII estos animales todavía cimarrones comenzaron a ser domesticados y destinados a actividades comerciales.

El término ganadería hace referencia a la cría de ganado con fines comerciales, los cuales incluyen la obtención de productos derivados como carne, leche, lana y huevos entre otros y se clasifica según los distintos tipos de animales que se críen: vacas, ovejas, toros, bueyes, cerdos, cabras.

Uno de los mayores desafíos con los que se enfrenta el mundo es la manera de garantizar la seguridad alimentaria para una población urbana que se prevé que llegará a más de  9.400 millones de habitantes para el año 2050, manteniendo al mismo tiempo su base de recursos naturales formada por el suelo, el agua, el aire y la diversidad biológica.

En Argentina predomina la crianza vacuna, sin embargo, también tienen lugar la crianza ovina y la caprina que se destinan, mayormente, al consumo y la producción.

La contribución social y económica de la ganadería representa un elemento fundamental del desarrollo agrícola sostenible y la seguridad alimentaria familiar.

El Agrario desea llegar con su afectuoso saludo a todos los involucrados en esta actividad llevada a cabo por argentinos, para nuestro país y el mundo.

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