Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) se producen luego de consumir alimentos o beber agua que contiene microorganismos contaminantes peligrosos para la salud.

Los síntomas que pueden manifestarse son diarreas, vómitos o dolores semejantes a los de una gripe, unas horas o inclusive días después de la ingesta de los mismos.

El mayor riesgo de las diarreas es que pueden provocar una rápida y severa deshidratación debido a que se pierde agua, sodio, cloruro, potasio y bicarbonato en las heces líquidas, los vómitos, el sudor, la orina y la respiración, por eso es importante tratarlas a tiempo para restituir estas pérdidas. En este caso es muy fundamental:

• Consultar al médico o acudir a un centro de salud lo antes posible

• Ingerí abundante líquido para prevenir la deshidratación

• En caso de bebes y niños pequeños, no interrumpas nunca la lactancia

Cinco claves para mantener la seguridad de los alimentos:

1) Mantener la limpieza: lavarse las manos con frecuencia y siempre antes de manipular o consumir alimentos

2) Separar los alimentos crudos de los cocidos: comprobar que los alimentos cocidos no estén en contacto con los crudos, evitando la contaminación cruzada

3) Cocinar completamente los alimentos: comprobar que los alimentos que va a consumir estén completamente cocidos (que no queden partes que hayan estado a menos de 70°) y se mantengan bien calientes.

4) Conservar los alimentos a temperaturas seguras: Son temperaturas seguras las inferiores a 5° y las superiores a 60°, a temperatura ambiente los microorganismos que producen las ETA se reproducen rápidamente.

5) Consumir agua y alimentos saludables: Las frutas y verduras son una buena opción ya que no requieren refrigeración y aportan vitaminas, minerales y una importante cantidad de agua. En caso de consumirlas crudas, pelarlas. Respecto a los líquidos es recomendable tomar no menos de 2 litros a lo largo del día como ser agua con o sin gas, jugos o licuados naturales de frutas y verduras.