La yerra se realiza desde hace miles de años con el objetivo de señalizar quien es el dueño del ganado, también es conocida como hierra o fierra. Se realiza utilizando un hierro caliente y por lo general se organizan grandes reuniones para la jornada. En muchas ocasiones se utilizaban otros métodos como la perforación de la oreja. Esta tradición se lleva a cabo desde el antiguo Egipto unos 2000 años antes de Cristo.

La yerra se realiza por dos razones fundamentales:

1. Es la manera más correcta de tener un control sobre el ganado para su mejor administración, gestionar enfermedades y situaciones de cada animal.
2. La segunda razón es básicamente una acción de prestigio y de diferenciación del dueño respecto a los demás ganaderos.

Por lo general se realiza durante el otoño aprovechando las agradables temperaturas, ya que los calores intensos del verano pueden atraer insectos generando infecciones en la herida de la marca. Durante el invierno se dificulta por los grandes fríos. Es muy común aprovechar el momento de la yerra para vacunar o castrar a los animales que no serán destinados a la reproducción.

Para el día de la yerra en muy común que se organice un gran asado, se contrata algún músico del pago y por lo general finaliza con un campeonato de truco. La actividad puede durar desde un día hasta una semana o más, los jinetes se preparan con anterioridad acomodando el apero de su caballo y ajustando adecuadamente la cincha. Suelen participar las autoridades municipales entregando premios a la destreza de los jinetes, en zonas muy religiosas la actividad es bendecida por un cura párroco y se ofrenda a un santo, patrono del lugar.

Casi siempre, la marca de la yerra se realiza en algún lugar del cuerpo que resulte visible desde una distancia considerable. Cada propietario tiene su propia marca que lo identifica y, a la vez, lo diferencia. Muchas veces se crea empleando las iniciales de la persona o del nombre del establecimiento, decoradas de diferentes maneras.

El dueño del ganado siempre debe tener dos marcas registradas, una para el ganado adulto y otra para el resto. Al momento de estampar la marca, el hierro debe estar al rojo vivo y se apoya sobre el cuero del animal. En el momento en que se coloca la marca se percibe que sale humo, es ahí donde hay que retirar la pieza caliente ya que si pasa más de un segundo puede generar un grave daño al animal