La demanda de carne vacuna en China se encuentra in crescendo como consecuencia de la peste porcina que azota Asia, factor que impulsó un reemplazo de la carne porcina por la vacuna. Ante la demanda, se abre el juego para que Argentina aproveche el mercado y agilice las exportaciones de carne vacuna.

El SENASA estableció un protocolo sanitario entre el Ministerio de Agroindustria argentino y Aduanas de la República Popular de China: requisitos de inspección, cuarentena y sanidad veterinaria que deben cumplir los establecimientos y el ganado en pie para ser exportados a Asia.

Según el protocolo, los bovinos destinados al mercado chino no deben provenir de establecimientos donde se hayan registrado casos de lengua azul, tuberculosis, rabia, entre otras pestes que quedan fuera del Código Sanitario establecido por la Organización Mundial de Sanidad Animal.

En cuanto al ganado en pie, debe haber nacido, criado y faenado en zonas libres de fiebre aftosa, no haber sido vacunado contra el carbunco bacteridiano durante los 14 días previos a la faena, ni haber sido alimentado con harinas de carne y huesos o chicharrones derivados de rumiantes.

Todo establecimiento que cumpla con éstas y más condiciones establecidas por el SENASA, entrarán en la categoría "Apto China", categoría revocable si se encuentran irregularidades, como fue el caso del Frigorífico "Las Heras", el cual contaba con la licencia para enviar carne pero recientemente fue inhabilitada por no cumplir con los estándares de calidad. En el container enviado por este frigorífico se hallaron recortes de grasa vacuna con desvíos sanitarios, productos en mal estado y restos de tejidos no autorizados, lo que le terminó costando su licencia y actualmente se encuentra bajo investigación