Bandidos rurales es más que un tema, así se llama su duodécimo álbum, el cual fue publicado en el año 2001 por el sello EMI, producido por el y Luis Gurevich.

Ahora bien, si escuchaste la canción sabes de qué se trata, de lo contrario te recomiendo que dejes todo, te pongas auriculares y te involucres de lleno en este relato de Bairoletto, Mate Cocido, Gato Moro, entre otros bandidos, que causaron mucho auge a finales del siglo XIX y principios del XX en una Argentina donde el campo, las disputas y la lucha por la igualdad salen a la luz a borbotones.

Hay versiones encontradas sobre si un bandido rural es héroe o malhechor, te recomiendo que leas esta nota hasta el final  porque te vas a deleitar con opiniones totalmente opuestas, y a partir de allí te vas a preguntar ¿triunfo o delincuencia?

Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Laura Alicia Rame, psicóloga social, profesora de canto, docente en centros de formación profesional y fiel admiradora de León Gieco quien nos remarcó que “son personajes populares que actuaban fuera de la ley llevando con cierto orgullo sus banderas de marginalidad. Son una especie de Robin Hood porque les roban a los ricos; dueños de las tierras, estancieros muy poderosos, y por este motivo son amados por los pobres y humildes”.

“El mensaje de esta canción es la reivindicación de nuestra cultura, de nuestros protagonistas y un reconocimiento a personas que así como vivieron y murieron “fuera de la ley", quedaron fuera de la memoria de muchos. No quedaron en los libros de historia pero en sus lugares, en sus pueblos, son leyenda. Estos hombres eran fanáticos enamorados de sus causas, que además mueren casi todos de manera injusta, valiente, heroica.”, sumó Rame.

“Si al leer las historias de estos bandidos se te representó el personaje como un rebelde, salvaje, libre, luchador por causas de los más oprimidos y sonreíste, casi con orgullo, es que el mensaje detrás de las historias llegó, justo donde creo que el autor quiso. La clave es que entendamos que marginado y marginal no es lo mismo. El primero es expulsado de la sociedad y vive el proceso como puede, lo cual es traumático. El segundo, levanta las banderas de la marginalidad y hace de ello su lucha con orgullo. El primero no le teme a la muerte porque no valora la vida. El segundo no le teme a la muerte porque es un valiente. Dentro de su marginalidad, es un héroe”, finalizó la psicóloga.

Ahora, ¿qué pasa cuándo nos encontramos con otra opinión?, en aquella en la que los “amados” bandidos rurales de León Gieco no son heroicos, sino todo lo contrario. Este es el caso del abogado Marcelo Videla asesor del equipo directivo de la empresa de seguridad Federal Service SRL, especialista en prevención de robos agropecuarios, quien asegura que “toda aquella persona que infrinja la ley es un delincuente. Gieco resalta a muchos bandidos con prospecto de héroe pero en realidad ninguno de ellos dejó artículo, código, ni apartado del Código Penal sin infringir. Estos fueron autores de numerosos robos, homicidios, lesiones, resistencia a la autoridad, secuestros, etc. Como se puede observar, es muy difícil librar de una sentencia ejemplificadora a los mencionados”.

“El folklore autóctono los muestra como héroes que le roban a los ricos para darle a los pobres pero no dejan de ser criminales. Ellos son leyendas de gente de campo que justificaban y celebraban su presencia porque se les daba dinero como medio de pago por darle ropa, caballos, alojamiento a estos delincuentes, gratis no hacían nada y sin ir más lejos no dejaban de ser cómplices”, enfatizó Videla.

“En todo lo narrado también hay un tinte político importante, que es el enfrentamiento de Domingo Faustino Sarmiento y Jose Hernández, ya que el primero escribió Civilización y Barbarie mientras que Hernández el Martin Fierro. A partir de esto se convirtieron en “leyenda”, pero no son más que delincuentes, matreros y asesinos. Siempre violaron la ley y el orden, y muchas veces poniendo en peligro la vida de familias inocentes, no respetando la propiedad privada (que defiende nuestra Constitución Nacional), como tampoco la vida y la familia. Las tropelías que cometían era únicamente para propio beneficio”, cerró el abogado.

¡Flor de lío! Pero de esto se trata la vida, de encontrarse a media cuadra a alguien que piensa diferente a uno. No tenemos porqué compartir la opinión del otro pero si respetarla. Ahora que ya leíste dos argumentos totalmente contrapuestos, conocés la canción, te quiero preguntar: ¿qué pensas? Bandidos rurales: ¿héroes o malhechores? León Gieco - Bandidos Rurales.