En un comunicado entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Agricultura y Abastecimiento de Brasil (MAPA), el Gobierno del país vecino desmintió algunos puntos emitidos por el informe del Gobierno Francés en el que rechazan la celebración del acuerdo con las condiciones actuales por los potenciales daños que tendría para el medio ambiente.

Continuando con una seguidilla de tensiones entre Francia y Brasil, el Gobierno brasilero emanó una nota advirtiendo que el Gobierno francés no evaluó con profundidad de conocimiento sobre la realidad brasileña, por lo que instó a conocer los datos técnicos sobre el tema.

El Acuerdo no representa ninguna amenaza para el medio ambiente, la salud humana y los derechos sociales.

"El Acuerdo no representa ninguna amenaza para el medio ambiente, la salud humana y los derechos sociales", resalta el comunicado brasilero que destaca que por el contrario de generar daños, el acuerdo "refuerza los compromisos multilaterales y agrega mejores prácticas en esta área". Mientras que el informe francés aseguraba que "el acuerdo conduce a un aumento en la deforestación y pone fin a los esfuerzos para combatir el cambio climático", "no fue basado en criterios técnicos".

Brasil asegura que ha demostrado una tendencia a la intensificación de la agricultura y la productividad, siguiendo con la preservación ambiental.

Brasil, asegura que "ha demostrado que puede aumentar su producción de carne, soja y maíz" a la vez que "reduce la deforestación", tomando de ejemplo el lapso entre 2004 y 2012, en el que "la deforestación en la Amazonia Legal cayó un 83%", pese a que la "producción agrícola aumentó un 61%" y el crecimiento del rebaño bovino en más de 8 millones de cabezas, llegando a 212 millones en 2012. Con estos índices, Brasil asegura que ha demostrado una "tendencia a la intensificación de la agricultura y la productividad", siguiendo con "la preservación ambiental".

Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que Francia asegura que de celebrarse el acuerdo podrían aumentar considerablemente por la deforestación que acarrearía la expansión de la ganadería, "serían insignificantes" de acuerdo a Brasil.

Intentando evitar ciertas concesiones agrícolas hechas por la Unión Europea al Mercosur

Ante las críticas de Francia del renunciamiento brasilero del "Acuerdo de París", desde el MAPA destacaron que "el informe  ignora el progresivo fortalecimiento de la legislación ambiental en el país" y detalló que "Brasil fue pionero en políticas de conservación, con la implementación de su primer Código Forestal en 1934, que permitió que el 66% del territorio brasileño esté cubierto por vegetación nativa; y limitando el cultivo al 30% del territorio (8% dedicado a la agricultura y 22% a la ganadería)".

A su vez, Brasil detalló que el compromiso con el medio ambiente también se hizo extensivo al Código Forestal Vigente, que establece normas "para la protección de la vegetación nativa". Por su parte, el Acuerdo Mercosur-UE, para el país vecino, "reconoce la importancia que existe entre el desarrollo económico y social y la protección del medio ambiente".

Por otra parte, Brasil destacó la presencia del principio de precaución que establece el acuerdo Mercosur-UE: "si existe evidencia objetiva de que una actividad puede causar daños irreversibles al medio ambiente, la ausencia de certeza científica absoluta no debe utilizarse como motivo para posponer medidas efectivas y económicamente viables para prevenir la degradación ambiental".

El informe está centrado en productos de alta sensibilidad agrícola europea y utiliza argumentos no comerciales

Solapadamente, para nuestro país vecino, Francia estaría intentando llevar a cabo un rechazo al acuerdo como una medida proteccionista de la producción europea, "intentando evitar ciertas concesiones agrícolas hechas por la Unión Europea al Mercosur", procurando limitar las preferencias arancelarias "solo a los productos que sigan métodos de producción europeos".

"El informe está centrado en productos de alta sensibilidad agrícola europea y utiliza argumentos no comerciales (como el supuesto riesgo de deforestación) para garantizar la protección económica a determinados productores", dice el comunicado de MAPA.

Francia ignora, de acuerdo a Brasil, "que el acuerdo trae compromisos adicionales a los derechos ambientales y comerciales multilaterales para regular los flujos comerciales actuales y futuros a fin de garantizar la sustentabilidad ambiental".

En respuesta a las sospechas de Francia de los riesgos en términos sanitarios, Brasil destaca que "los alimentos exportados por Mercosur ya cumplen con los más altos estándares sanitarios, fitosanitarios y de seguridad, de acuerdo con los parámetros recomendados por los organismos y mecanismos internacionales de referencia".

La potencial caída del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, para brasil, "enviaría un mensaje negativo y establecería un claro desincentivo a los esfuerzos del país por fortalecer aún más su legislación ambiental", a la vez que "tendría implicaciones sociales y económicas negativas, lo que agravaría los problemas ambientales de la región".

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