Con 10,5 millones de toneladas de carne vacuna comercializadas a nivel mundial durante el 2020, el año cerró con una retracción del 1,6% en relación al 2019, principalmente debido a la merma de la disponibilidad de carne vacuna para exportación como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

La conjunción de el hecho de que varias regiones clave productoras de carne sufrieran de las restricciones de la COVID-19 y la caida de la demanda del canal gastronómico y hotelero, representaron dos factores negativos para el mercado durante todo el 2020.

No obstante, pese al contexto desfavorable, las importaciones de carne por parte de China siguieron en crecimiento, alcanzando las 3,5 millones de toneladas, en relación a las 3,3 millones de toneladas del 2019. Otros mercados asiáticos no siguieron la tendencia ascendente: Japón sufrió una retracción de las importaciones en un 2% en comparación al 2019, con 813.000 toneladas de carne durante el 2020; Corea, con una caída del 3%, al importar 551.000 toneladas.

A su vez, importaciones de otros países asiáticos sufrieron una caída del 19% en relación al 2019, totalizando las 1,1 millones de toneladas. Las compras de carne vacuna en el Medio Oriente y Africa del Norte también registraron un descenso en 2020, con 944.000 tonelada tuvieron una merma del 27% si se lo compara con los 1,2 millones de toneladas importadas durante el año pasado.

Estados Unidos, en coincidencia con China, creció un 3% su volúmen de carne importada, con 1,3 millones de toneladas durante el 2020.

De acuerdo a la consultora ganadera Gina, se puede esperar que para el año que viene la demanda mundial crezca un 6,2%, recuperando los significativos descensos que se registraron durante este año.

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