SANIDAD ANIMAL

Cómo controlar la parasitosis gastrointestinal en bovinos

Una especialista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) explica cómo proceder para controlar de manera eficiente esta enfermedad en el ganado bovino pastoril.

Por Gabriela Simonotti | 22-11-2021 05:04hs

 

La parasitosis gastrointestinal es una enfermedad común en animales de pastoreo. Es causada por nematodos (gusanos redondos) y cestodos (gusanos planos), que afecta al ganado bovino, y también al ovino y al caprino. Se caracteriza por provocar un bajo rendimiento productivo a consecuencia de un deterioro de la condición corporal y por impedir la ganancia de peso.

El control de las parasitosis gastrointestinales es una tecnología de bajo costo y alto impacto. Las prácticas de control parasitario varían según la escala del establecimiento, la gravedad del problema, la zona del país, los tipos de recursos forrajeros, el planteo de recría y la genética, entre otros factores.

Según Victoria Rossner, especialista en Ciencias Veterinarias de la Estación Experimental Agropecuaria Colonia Benítez (Chaco) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), “cuando los antiparasitarios se utilizan de manera inapropiada, reducen su efectividad y generan resistencia por parte de los parásitos”. Y explicó que “en el contexto actual de resistencia y reducida eficacia de los antiparasitarios son importantes dos conceptos: rotación adecuada de principios activos y desparasitación solo cuando las cargas parasitarias así lo requieran”.

La especialista del INTA destacó que, para evitar la resistencia de la enfermedad, se debe establecer una estrategia que involucre “la eliminación de la presentación clínica de la parasitosis, la disminución de las pérdidas subclínicas en las categorías en crecimiento, y el mantenimiento de la eficacia de los antiparasitarios”. Y precisó que “los protocolos de control deben incluir muestreos periódicos de materia fecal para realizar recuento de huevos de parásitos (HPG), sobre todo en animales menores de un año y en las épocas de mayor riesgo parasitario, que son el otoño y el invierno”. El HPG es una técnica que sirve para estimar el número de Huevos de Parásitos Gastrointestinales en materia fecal (sus iniciales corresponden a lo que mide).

 

Diagnóstico

Al contar con los resultados de los muestreos, el siguiente paso es diseñar un esquema de tratamientos antiparasitarios estratégicos, de acuerdo con las cargas parasitarias de los animales, y la eficacia de las drogas empleadas, que permita definir el principio activo a utilizar en cada situación. Rossner detalló que “en invierno, las condiciones ambientales son más favorables para el desarrollo de los parásitos, donde el destete, los tratamientos sanitarios, de castración y traslados determinan que sea el mejor momento para iniciar el programa”.

Para la especialista del INTA, es fundamental contar con asesoramiento veterinario adecuado, realizar una evaluación previa de los antiparasitarios, y así conocer si existe resistencia a alguna droga en el establecimiento, con el fin de utilizar las drogas de acuerdo a la época del año y la epidemiología parasitaria. La epidemiología es el estudio de la salud de las poblaciones susceptibles de enfermedades. Su función es descubrir el agente que genera una enfermedad, el huésped (el animal que la padece) y los factores ambientales que afectan la salud, con el objeto de aportar una base científica para prevenir enfermedades y fomentar el estado saludable.

 

Tratamiento

En primer lugar, el esquema de trabajo establece un control inicial y antiparasitario al destete, lo que significa “controlar la carga de parásitos en el lote, con un recuento de huevos de parásitos a 10 o a 15 animales, y ver el resultado, luego de desparasitar con el test de reducción de conteo de huevos”, señaló Rossner. Y aclaró que “es importante no iniciar el esquema con avermectinas (tipo de antiparasitarios), sino elegir otro principio activo”.

En segundo lugar, Rossner subrayó que se debe controlar el lote al menos una vez en otoño, y realizar, en ese momento, un segundo tratamiento, en el que es importante no repetir la misma droga del tratamiento de destete. “En general, no es necesario desparasitar en invierno, en situaciones de disponibilidad de forraje adecuada y régimen habitual de lluvias”, aseguró la especialista.

Luego, para la primavera, la especialista veterinaria indicó que se debe “volver a controlar la carga de parásitos y desparasitar, según necesidad, con un tercer principio activo”. Por último, “durante el verano, en categorías de recría (etapa de desarrollo hasta los dos años), es necesario el control y la desparasitación cuando el recuento de huevos de parásitos así lo indique”, concluyó la especialista.

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