SANTA FE

Cuando la vocación de servicio no entiende de distancias ni adversidades

El trabajo de las bases de Uatre y su obra social, Osprera, es esforzado y noble como el de todos los trabajadores rurales a los que representan y nuclean ambas instituciones. Compartimos la experiencia de Rubén Retamar, secretario General de la Seccional Nº 898 de San Cristóbal, provincia de Santa Fe.

Por Pamela Portigliatti | 04-09-2021 12:00hs

La superficie de nuestro extenso y vasto país se caracteriza por la diversidad de paisajes, grandes rutas, el cambio de clima, grandes ciudades, pueblos con encanto. Pero si hay algo que unifica a toda la Argentina es el campo. A la vera de esos caminos que nos llevan a diferentes destinos, el campo y sus colores, cultivos y animales se encuentra unificando la diversidad del mapa.

Casi omnipresente, el campo es también una tierra lejana. A veces con distancias más cortas, otras más largas. Los caminos de tierra suponen para algunos desafíos, dificultades; y para otros servicio, trabajo, responsabilidad y compromiso. Este último es el caso de Rubén Retamar, secretario General de la Seccional Nº 898 de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) de San Cristóbal, ubicado a 179 km al norte de la capital de la provincia de Santa Fe.

Retamar está al frente de la Seccional desde hace 2 años. Tiene a su cargo a todo el Departamento, unos 150 kilómetros a la redonda. Como la mayoría de los dirigentes de base de la Uatre, sin prisa pero sin pausa, recorre todos los caminos de tierra que lo acercan hasta los trabajadores rurales y realiza una intensa tarea en la región, dialogando con los productores, inspeccionando, afiliando y bregando por los derechos de cada uno de ellos y sus familias. Por su dedicación y trabajo, hoy cuenta con más de 500 afiliados.

Emocionado y agradecido con José Voytenco, secretario General de la Uatre, y el equipo de la Obra Social para el Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (Osprera), Rubén celebra uno de los que considera un logro muy importante de su joven pero valiosa gestión: consiguió una silla postural para Valentino Derasmo, un niño de 14 años, hijo de Sebastián Derasmo, un trabajador rural de la zona. Con esta silla tanto Valentino como su familia podrán mejorar su calidad de vida, trasladarlo con mayor comodidad y seguridad.

Las escuelas rurales son también otras de las visitas frecuentes de Rubén. El secretario General, entiende que no solo son un espacio de desarrollo para las personas, sino para toda la comunidad, e intentando acortar distancias y disminuir brechas, llega cada año con los útiles y guardapolvos que la Uatre provee a cada uno de los niños de la familia trabajadora rural. Una de sus últimas visitas fue a la Escuela Rural Aguará Grande, ubicada a 80 km de la Seccional, cuenta con 22 alumnos de la zona, 17 de los cuales son hijos de trabajadores rurales.

“Acortar distancias”, “ser la señal de los teléfonos que fallan”, “estar cerca de los trabajadores aún a pesar de los kilómetros”, son solo algunas de las frases que repite Rubén Retamar a lo largo de nuestra charla. Esas palabras que pintan de pie a cabeza a los integrantes de las bases de un sindicato que con vocación de servicio para sus representados se encuentra presente de norte a sur y este a oeste de nuestro país.

 

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