Forrajes

Cuidar nuestra inversión desde el principio

Es clave cuidar adecuadamente las praderas sembradas para que los yuyos no compitan y quiten rendimiento. Una pradera bien cuidada y con el mismo costo puede rendir hasta el doble que una que no se cuidó adecuadamente.

Por Gerardo Gallo Candolo | 29-05-2021 09:00hs

En los últimos años, a medida que mejoraron las condiciones para invertir en ganadería y fue aumentando el precio del maíz, muchos ganaderos decidieron sembrar un lotecito más de praderas; las ventas de semillas así lo demuestran.

Las praderas que se sembraron en marzo y abril les vemos en otoño malezas diminutas, otras naciendo que parecen inofensivas, indefensas, pero en invierno van a superar a nuestra pradera en altura y ocupación del terreno si no nos ocupamos. El problema hay que solucionarlo hoy ¿por qué?: los yuyos compiten por el espacio con las especies que sembramos. Luz, agua y nutrientes que aprovecharán los yuyos que aportan poco a la dieta del animal y restan comida del buen forraje. En síntesis, menos cantidad y menos calidad.

Pero hay otra cuestión que alarma para los entendidos: la pradera que nace mal tiene menos persistencia, no solo produce menos también termina de producir antes. Una pradera bien cuidada que desde el principio le estimamos 8.000 kilos por hectárea de forraje por año con una expectativa de cuatro años nos dará 32.000 kilos en su vida útil. El mismo lote pero que por alguna razón nace mal no podemos darle una expectativa mayor a tres años, y seguramente rendirá unos 5 a 6.000 kg anuales de forraje; es decir la mitad de una pradera bien cuidada y con el mismo costo. Eso es un mal negocio.

Esa diferencia entre una pradera buena a otra mala puede ser causa de alguna adversidad climática, siembras tardías, fallas mecánicas en la siembra, pero es muy habitual que sea por la falta de cuidado en la eliminación de malezas en el año de implantación, sobre todo en ese primer otoño.

Asesorarse es clave en este control: 2,4 DB, Brominal, Flumetsulan… las opciones de herbicidas son muchas, pero muchas más son las variedades de malezas por nacer, semillas que están mejor adaptadas al terreno que las semillas de la pradera que sembramos.

Su asesor recorrerá el potrero y posiblemente haga diferentes opciones de control en el mismo lote, por ambientes como en la agricultura. Eso es también ganadería de precisión. Recuerde que en una pradera tiene un costo superior a muchos cultivos anuales siendo una inversión que su rodeo aprovechará varios años.

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