HISTORIA DEL ARTE

Arte y campo en la historia argentina

El sector rural estuvo presente en las primeras épocas de la conformación del campo artístico nacional, y hoy en día sigue siendo tema de debate. ¿Qué relación hay entre la historia, el arte y el agro?

Por Marianela Chimento | 30-05-2021 08:30hs

¿El campo y el arte, es una combinación posible? El Agrario dialogócon la licenciada en Comunicación, María Ángeles Polizzi, quien además es especialista en Semiótica de las Artes con cursos realizados en la Universidad de la Soborna (París), la Universitá della Sapienza (Roma) y la Universidad Carlos III de Madrid. A raíz de su experiencia nos contó cómo se relaciona el arte y el sector agroganadero.

Próxima a obtener su título de grado en Historia de las Artes, Polizzi  -que se desempeña también como docente de las asignaturas Historia del Arte Medieval, Coleccionismo de Arte, Historia del Arte Barroco e Historiografía, en las universidades UMSA, Universidad del Museo Social Argentino, y El Salvador- nos dio su visión respecto a dos pinturas emblemáticas, que destacaron al campo y dejaron una huella en la historia de nuestro país.

Arte e historia

Para poder entender un poco más sobre este tema, es necesario primeramente involucrarnos en la historia de Argentina. De esta forma, Ángeles comenzó explicando que cuando nuestro país se liberó del sistema colonial impuesto por España,"no solo cambiaron las estructuras sociopolíticas sino también las simbólicas", ya que la naciente Nación precisaba una identidad propia con la que sus habitantes puedan identificarse. "Los primeros artistas nacionales eran extranjeros", expresó la licenciada, argumentando que localmente no había donde formarse, "ni siquiera había un corpus de obras importantes que los artistas pudieran imitar", agregó.

En este contexto, sostuvo que el arte de la colonia se limitaba a las obras de carácter religioso que venían del Alto Perú, y a los pocos ejemplares de pintura, retrato, o escenas mitológicas que los escasos comitentes argentinos podían hacer traer de Europa. Ahora bien, esta situación se modificó cuando "el fin de la colonia y la apertura a los mercados del mundo trajeron  modas internacionales, junto con cierto poder económico a una burguesía que comenzaba a encargar miniaturas y retratos", relató Polizzi.

Tal como explicó la especialista, esta demanda fue cubierta, en una primera instancia, por artistas extranjeros que comenzaron a llegar al país y se instalaron en las costas rioplatenses. "Fueron estos artistas viajeros, como Emeric Essex Vidal, José Guth, J. Philip Goulu o Amadeo Gras, quienes retrataron los paisajes de la pampa argentina, sus trabajadores y sus costumbres", realzó, y sumó que estos propulsores fueron los que tomaron de ejemplo nuestros primeros pintores locales.

Campo y arte

A la hora de responder qué pintura representa más al campo en la historia de nuestro país,  Polizzi no dudó en quedarse con los cuadros de Prilidiano Pueyrredón, haciendo referencia a El rodeo y Un alto en el campo.

En esta línea, contó que en El rodeoPueyrredón pintó una serie de tareas rurales -hombres ensillando un caballo, pastores arreando ganado, jinetes vigilando y participando en el rodeo- en una composición apaisada y con una línea de horizonte extremadamente baja. "De esta manera acentúa la llanura pampeana, y la equilibra con el cielo, que presenta en perspectiva atmosférica producto de la formación europea del autor", aseveró Ángeles. "El riacho en primer plano es símbolo de la gran fertilidad de las tierras, en las que terratenientes y gauchos se mezclan cumpliendo diferentes funciones", agregó.

La docente en Arte además hizo hincapié en que los dos hombres que están montados a caballo son el capataz y el propietario "pintados en colores oscuros que resaltan el fondo celeste claro del cielo". "Los distintos tipos de vestimentas están bien detalladas y hacen precisión en la posición social y su propósito laboral de vida", aclaró. A diferencia de los mismos, distinguió que el peón lleva vestimentas de color rojizo. "Este recurso hace que mediante los colores complementarios el peón resalte del  verde pastizal", hizo saber.

¿Qué nos deja esta pintura? "Se podría pensar que esta estabilidad en la composición, el aire romántico de la atmósfera y la paz de la escena muestran un campo exceptuado de conflictos, si no fuera porque sabemos que solo veinte años después de esta pintura, la generación del ’80 clamará que los gauchos y los indígenas son un peligro para la civilización y el progreso nacional. Tiempo después se le da lugar a la Conquista del Desierto entre 1878 y 1885", destacó la entrevistada.

Continuando con su argumentación, Ángeles explicó que el mismo año, Pueyrredón hace Un alto en el campo, en pendant con el rodeo -es decir para colgar juntas-. "Es un paisaje rural, también en formato apaisado que acentúa la referencia a la llanura. La diagonal está dada por el ombú y la carreta, elementos característicos.  Las cosas son representadas en sus individualidades, formando pequeñas escenas particulares", describió Polizzi.

¿Qué tiene de llamativa esta obra? "La crítica de Miguel Cané Padre en el diario La Tribuna", expresó la licenciada. De esta forma se hizo eco de dichas declaraciones: "Porteños legítimos nacidos y criados en las Lomas de Morón, en las cercanías de Buenos Aires, antes que las diligencias, los ómnibus y los caminos de hierro hubiesen llegado a despoetizar nuestros suburbios”.

"Estas palabras nos ubican en tiempo y lugar", reflexionó la especialista, y en tal sentido subrayó que en el campo que pintó Pueyrredón ya no se trabajaba como él lo presentó."La modernización del trabajo agrario y sobre todo de la revolución lanar estaba cambiando la fisonomía del campo, y la inmigración que comenzaba a hacerse masiva, cambiaba la fisonomía de los pobladores rurales", remarcó.

Respecto a qué mensaje quiso transmitir Pueyrredón con su arte, Polizzi se mostró convencida al asegurar que ambas obras sugieren un pasado reciente y es factible pensar que "así se representó el fin de las guerras civiles de la etapa federal, con nostalgia y conocimiento de que aquello seguiría cambiando, de la misma forma abrupta y violenta".

Pinturas rurales y debate

Llegando al final de la entrevista, la docente de Historia del Arte aseguró que para quienes trabajan en este rubro, "el campo es un tema ineludible", justificando así que el arte rural estuvo presente en las primeras épocas de la conformación del campo artístico nacional, y hoy en día sigue siendo tema de debate.

"Los primeros artistas locales vieron en el campo el poder de crear un arte identitario, la generación del ’80, lo vio como signo del atraso de la nación y se volcó al aprendizaje del arte académico europeo, los artistas del Centenario lo recuperaron y a partir de allí, el campo se representó en todos los lenguajes que nuestros artistas exploraron. Es parte innegable del estudio de las artes de nuestro país", confirmó.

"Estas obras de Pueyrredón son de mis preferidas, no solo por su factura excepcional y porque muestran las dos facetas del trabajo rural; el trabajo en sí mismo y su recompensa (el descanso). Sino porque a través de su análisis hermenéutico se comprende el espíritu de la época, la intención melancólica del artista y el hecho de vivir una época bisagra entre las guerras que terminaban y las que estaban por venir. Son un símbolo poderoso en la historia de cómo nos convertimos en una nación", concluyó la especialista.

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