San Luis

Desarrollan un manto biodegradable para inhibir malezas en cultivos

A partir de la preocupación que genera el desecho de polietilenos y plásticos que no se degradan de forma natural, como las silobolsas nace este proyecto encabezados por una química, un ingeniero agrónomo y una licenciada en nutrición desarrollaron en la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).

Por Redacción El Agrario | 07-10-2019 04:42hs

Un grupo interdisciplinario de investigadores se propuso colaborar con el medio ambiente partiendo de la preocupación que genera para la agricultura y el medio, el desecho de polietilenos y plásticos que no se degradan de forma natural, como los silobolsas, que se utilizan para el acopio de cereales y que los investigadores proponen reemplazar con polímeros biodegradables.

El recubrimiento tradicional, con materiales derivados del petróleo, una vez que cumplen su ciclo de vida útil, perduran en el ambiente luego de ser desechado, contaminando y alterando los ciclos naturales de la vida animal y vegetal. Si bien se pueden reutilizar en otras aplicaciones, aunque no tengan las mismas prestaciones, el problema ambiental no se resuelve.

Desde el proyecto se intentan reemplazar los materiales o polímeros sintéticos por biodegradables.

Desde el proyecto se intentan reemplazar los materiales o polímeros sintéticos por biodegradables. Por ser de un material obtenido de fuentes naturales, renovables y biodegradables como lo son los biopolímeros, al finalizar su funciónpuede ser depositado sin problema en los suelos ya que con el tiempo éste los absorbe de manera limpia y sustentable.

Se trata de un biopolímero que se extrae de la cáscara de frutos cítricos a través de un método denominado hidrólisis ácida o básica, explicó la doctora en Química María Guadalupe García, responsable de la propuesta, quien aclaró que el biopolímero se disuelve en un solvente que es agua, por lo que "no tiene ningún tipo de toxicidad".

"No tiene ningún tipo de toxicidad"

Además, señaló que puede aplicarse con un rociador sobre el suelo de cultivo cubriendo toda la superficie, para luego realizar las perforaciones en la tierra y colocar la semilla o plantín.

Lo beneficioso del manto en sí es que impide el crecimiento de malezas sin el agregado de químicos, y eso en definitiva favorece y promueve el cultivo y producción de alimentos orgánicos (que hoy por hoy su valor encarece), con el agregado que eso tiene para personas embarazadas, gente que tiene alergias, grupos de riesgos y para la sociedad en general.

Lo beneficioso del manto en sí es que impide el crecimiento de malezas sin el agregado de químicos.

El Ecomanto reemplaza el recubrimiento tradicional con materiales derivados del petróleo, que una vez que cumple su vida útil, queda en el ambiente contaminando y alterando los ciclos naturales de la vida animal y vegetal, de acuerdo al proyecto.

Los mantos sintéticos o de polietileno, cumplen un ciclo de 90 a 120 días y después hay que removerlo porque se deterioran o son erosionados por las condiciones climáticas y no se pueden reutilizar, mientras que al Ecomanto, no hace falta "removerlo" ya que se puede mezclar con la tierra por ser un componente que se biodegrada, contribuyendo al abono y al armado de un nuevo surco sobre el que "se puede volver a pulverizar", remarcó García

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