Quebracho

Durmientes: despiertos por el ambiente

Greenpeace se opone a la utilización de durmientes de madera de quebracho. Propone que sean reemplazados por cemento.

Por Gerardo Gallo Candolo | 14-08-2021 09:00hs

Recientemente la ONG internacional Greenpeace lanzó una campaña para que el ministerio de Transporte de la Nación descarte en la próxima licitación de 120.000 durmientes para vías férreas originados de quebracho, argumentando que desde el 2013 se realizaron licitaciones por 2 millones, lo que equivale a más de 2 millones de árboles talados ya que se originaría un solo durmiente por árbol. La organización argumenta también que podrían ser reemplazados por cemento.

Para saber si estos argumentos son válidos se consultó al Ingeniero Forestal, Marcelo Navall, quien reside en Santiago del Estero y es técnico del INTA. Navall es experto en la materia y cuenta con amplia experiencia profesional en investigación, además de ser conocedor del Norte de su provincia, específicamente de la localidad de Monte Quemado, principal polo de durmientes del país donde trabajan unos 35 aserraderos dedicados al durmiente.

El profesional se mostró sorprendido por esta petición de Greenpeace, ONG a la cual le adjudica en su oportunidad gran parte de la aprobación de la Ley de Bosques, ley que defiende y se queja hoy del poco presupuesto asignado a la misma; pero que en este tema están mal informados, siendo muy peligroso atentar de esta manera con una actividad sustentable del monte nativo como es la fabricación de durmientes.

Explica que el Bosque Chaqueño abarca 21 millones de hectáreas que cuentan (según inventario público) con al menos siete árboles por hectárea mayores a 30 centímetros (la dimensión mínima que debe tener para hacer al menos un durmiente). Por lo tanto en la zona de producción estarían disponibles hoy más de 140 millones de árboles para esta industria. De ésta manera lo licitado en la última década no alcanzaría ni al 2 por ciento del stock de árboles disponibles en el área. Pero además, indica Navall, es importante tomar en cuenta que los bosques crecen. Se estima que la tasa de crecimiento de los bosques chaqueños brindaría el volumen necesario para producir más de 2 millones de durmientes por año. La extracción denunciada en una década entonces, está muy lejos de poner en peligro la sustentabilidad del bosque y mucho menos de extinguir al Quebracho como la ONG argumenta.

Respecto a la recomendación de utilizar durmientes de cemento, Navall apunta que también es un grave error de la organización ambientalista, ya que el cemento es un emisor neto de Carbono a la atmósfera; mientras que el durmiente de quebracho no solo secuestra carbono de la atmósfera para su crecimiento, sino que una vez en servicio lo mantiene fijo por más de 80 años. Además, el bosque donde se extrajeron esos árboles sigue secuestrando carbono.

En la zona se observa que la actividad del durmiente no solo es sustentable desde el punto de vista ambiental, también social, ya que viven de ella cientos de familias en una región donde no abundan ofertas laborables.

Comparar a la fabricación de durmientes con actividades que destruyen el ecosistema es un grave error que atenta con la sustentabilidad, justamente por ser una actividad sostenible, asentada y permitida en la zona amarilla marcada por la propia Ley de Bosques.

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