MICHELLE BACHELET

'Es probable que la pandemia cree una mayor desigualdad'

La Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas pidió solidaridad global ante el coronavirus y advirtió por consecuencias sociales y políticas si no se la enfrenta con un enfoque global.

Por Ignacio Lautaro Pirotta | 11-04-2020 01:01hs

Michelle Bachelet, Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, emitió un documento en el que insta por un enfoque global y acciones coordinadas entre los países en el combate al coronavirus.

Además, la expresidenta chilena advirtió sobre los peligros políticos y sociales que conlleva la crisis, tales como más autoritarismo y mayor desigualdad.

Esta crisis deja en claro cuánto necesitamos la acción colectiva internacional.

“Es natural y necesario que los esfuerzos nacionales sean una fuerte prioridad en cualquier crisis. Pero esta es una pandemia global, y sólo la solidaridad internacional podrá garantizar que podamos combatirla de manera efectiva. Esta crisis deja en claro cuánto necesitamos la acción colectiva internacional. Las Naciones Unidas fueron creadas para prevenir, mitigar y abordar con mayor eficacia las crisis internacionales”,sostuvo Bachelet e instó a los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU a trabajar juntos para promover un enfoque multilateral, cooperativo y global para enfrentar la pandemia.

Es probable que la pandemia cree una mayor desigualdad, en medio de un gran sufrimiento

Bachelet se refirió también a los peligros que representan la desigualdad y la pobreza en medio de la pandemia: “En los países en desarrollo, donde una gran parte de la población puede depender de los ingresos diarios para sobrevivir, el impacto podría ser mucho mayor [que en los países desarrollados]. Los millones de personas que tienen poco acceso a la atención médica y que, por necesidad, viven en condiciones de hacinamiento con un saneamiento deficiente, sin una red segura, sin agua potable, serán los más afectados. Es menos probable que puedan protegerse del virus, y es menos probable que soporten una caída en los ingresos”, y agregó: “Sin control, es probable que la pandemia cree una mayor desigualdad, en medio de un gran sufrimiento”.

Una situación de emergencia no es un cheque en blanco para dejar de observar las obligaciones con los derechos humanos

Las palabras de Bachelet están en sintonía con la de algunos observadores que ven con preocupación el crecimiento del COVID-19 en países y regiones en vías de desarrollo. El epicentro, que se trasladó primero de China a Europa y luego a Estados Unidos, podría trasladarse luego a países de América Latina, África y Asia, generando mayores daños entre las poblaciones más pobres.

También, la ex presidenta de Chile se refirió a los riesgos que entraña la pandemia para la democracia: “Es posible que se necesiten medidas de emergencia para responder a esta emergencia de salud pública. Pero una situación de emergencia no es un cheque en blanco para dejar de observar las obligaciones con los derechos humanos. Estoy profundamente preocupada con la adopción de ciertos países de poderes de emergencia que son ilimitados y no están sujetos a revisión. En algunos casos la epidemia se está justificando para aplicar cambios represivos en la legislación”.

Sin mencionarlos, Bachelet se refirió a casos como los de Hungría, Filipinas e India.

En algunos casos la epidemia se está justificando para aplicar cambios represivos en la legislación

En Hungría, Viktor Orbán, aprovechando su amplia mayoría en el Congreso, logró aprobar por ley el estado de emergencia por tiempo indeterminado. Así, obtuvo poderes extraordinarios y la posibilidad de gobernar mediante decreto, sin controles del Legislativo.

En Filipinas el presidente Duterte, agravando aún más el autoritarismo vigente en el país,  ordenó disparar contra aquellos que no cumplan la cuarentena y ofrezcan resistencia a las fuerzas de seguridad.

En la India, el gobierno de Narendra Modi dispuso el uso de una aplicación con geolocalización para verificar que se cumpla la cuarentena y han sido denunciados abusos en el uso de la fuerza para hacer cumplir la cuarentena.

El documento difundido por la Alta Comisionada de los Derechos Humanos en la ONU citó también las palabras de Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, quien sostuvo recientemente que la epidemia del nuevo coronavirus y su impacto en la economía global podría conducir a “una mayor inestabilidad, más malestar y más conflictos”.

La crisis del coronavirus encuentra a las Naciones Unidas, y al multilateralismo en general, fuertemente cuestionado por reivindicaciones de tipo nacionalista.

El malestar con algunos aspectos de la globalización se materializó, entre otros acontecimientos, en la llegada de Donald Trump a la presidencia de la principal potencia mundial en 2016 y en la salida del Reino Unido de la Unión Europea, concretada recientemente.

La disparidad de respuestas de cada país frente a la crisis del coronavirus pone de manifiesto, no las particularidades de cada país, sino la falta de un abordaje global para un problema que sí lo es.

 

 


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