La siembra temprana del cultivo del trigo representa una oportunidad en el nuevo ciclo agrícola, debido a la la buena reserva hídrica en los suelos, las estimaciones promisorias de rindes y los precios en alza según explicaron especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

En este sentido, el investigador del INTA Marcos Juárez, Córdoba, Carlos Ghida Daza aseguró que el trigo es una opción efectiva frente al nuevo ciclo agrícola y confirmó la tendencia creciente de la superficie y la producción para el cultivo en referencia al análisis de las últimas 11 campañas del cereal en Córdoba. En este punto explicó que en el último ciclo la superficie sembrada superó el 53 % a la del promedio y la producción en un 70 % fruto de mejoras de precios y cambios de políticas sectoriales, como la eliminación de aranceles de exportación a partir de 2016, sumado a la mejora en la genética de las variedades que permitió una mejora en el rinde.

En el precio se registra una tendencia creciente.

Según el investigador, en este contexto de incertidumbre ¨la positiva situación actual y la proyectada a nivel del precio relativo del trigo respecto a los otros cultivos, justifica la opción de este cereal como alternativa agrícola combinado con soja de segunda”. Por otro lado, Carlos Ghida Daza explicó que la incorporación de cereales mediante rotaciones disminuye la negatividad de los balances de nutrientes del monocultivo de soja, ahorrando un 55% en el costo de financiación del doble cultivo.

En referencia al precio, se registra una tendencia creciente, estimando un valor cercano a los 172 dólares por tonelada como el esperado en el período y la demanda del cultivo a nivel mundial continúa estable. Debido a la pandemia, se están realizando restricciones vinculadas a la seguridad alimentaria en varios países productores, lo que afecta positivamente al precio. Además, se han producido cambios en el consumo mundial en los que se reflejan una disminución en el consumo de alimentos proteicos afectando a insumos de la producción ganadera, como la soja y el maíz.

Con respecto a la situación actual de reservas hídricas, el coordinador técnico de grupo napas del INTA Marcos Juárez, Pablo Bollatti, explicó que la disponibilidad del recurso en la zona núcleo pampeana, es entre adecuado y regular para el inicio de la campaña y que hasta agosto se encuentra asegurada la mitad del agua necesaria para el cultivo y para el proceso de germinación, macollaje y encañazón. Igualmente, esperan contar con nuevas precipitaciones en septiembre y octubre para el rinde del cultivo y recomendó a los productores la medición de la profundidad de las napas para conocer si la demanda de agua podrá ser garantizada.

Fuente: INTA