Cuando los chacareros empiezan a ver que los costos de reparaciones de su camioneta comienzan a ser mayores a los valores de amortización; no tienen más dudas: se debe cambiar por una nueva. Esto es algo que todo administrador rural lo sabe y dependerá de los kilómetros e intensidad del trabajo de esta herramienta y, obviamente, de la posibilidad financiera de hacerlo.

En el caso de una sembradora se suman otros elementos a tener en cuenta: no solo es el desgaste por las hectáreas sembradas, también está el avance tecnológico que nos inclina a cambiarla antes de caducar su vida útil: desgaste, reparaciones etc.

Algo a considerar, también, es la escala; es decir las hectáreas que debemos sumar al año para amortizar nuestra inversión y comparar esos costos con los de un contratista, que normalmente están más actualizados en tecnología que las empresas de mediana o poca escala.

avance tecnológico que nos inclina a cambiarla antes de caducar su vida útil

En las sembradoras hay otros factores a tener en cuenta al tomar esta decisión: ¿el contratista cumplirá con nuestro plan de siembras en tiempo? Cada día de atraso, por ejemplo en soja, representa una pérdida de unos 40 kilos por hectárea.

Otra: ¿podemos controlar la eficiencia de siembra; velocidad, regulación de profundidad, etc. de la misma manera cuando el operario es empleado del campo o de un tercero?

Esas preguntas también deben tenerse en cuenta al analizar las posibilidades de inversión.

Cuando la necesidad de nuestro campo es contar con una buena pulverizadora terrestre se suman a lo mencionado para sembradoras (escala, oportunidad del trabajo, eficiencia del trabajo), otra cuestión fundamental: la especialísima capacitación del operario.

no siempre es el frío número de lo “económicamente oportuno”

Aquí se suma el manejo de agroquímicos que debe estar acompañado por un uso responsable del mismo: en combinación con el asesor técnico y monitoreador, conocimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas, uso seguro de los EPP (Elementos de Protección Personal), eliminación responsable de envases, reconocimiento de los fitosanitarios por Clase, además del conocimiento tecnológico de los pulverizadores de última generación que permiten hacer trabajos quirúrgicos en el lote con múltiples beneficios para el ambiente y la empresa.

Todos los técnicos aprendimos en clase de Administración Rural estas cuestiones de escala, vida útil, momento económico del reemplazo etc., pero los avances tecnológicos y la experiencia personal de cada chacarero terminan cerrando la ecuación de una forma más apropiada para el campo que no siempre es el frío número de lo “económicamente oportuno”.

(*) Gerando Gallo Candolo es Ingeniero Agrónomo y Periodista Agropecuario; asesor y administrador de empresas agropecuarias y analista del sector en medios periodísticos: Radio Mitre, Radio Cooperativa y Canal 26.