Como parte de un plan de reestructuración global, Ford decidió cerrar sus tres fábricas de automóviles en Brasil. "Es parte de un nuevo modelo de negocios en Sudamérica y en el mundo que no empezó hoy sino hace unos años, pero ese plan se vio muy afectado por los bajos volúmenes que viene experimentando la región en últimos años, agravado por lo que pasó en la pandemia, lo que obligó a profundizar los cambios", explicaron desde Ford Argentina a la agencia de noticias Télam.

No obstante, sus fábricas tanto en Uruguay como en Argentina se mantienen y abastecerán al mercado brasilero. La empresa automotriz estadounidense reafirmó su compromiso de inversión en este último anunciado en diciembre por el presidente de Ford Argentina, Martín Galdeano; Lyle Watters, líder de Ford Sudamérica y el presidente de la Nación Alberto Fernández.

Afirmaron desde la empresa en Argentina que "los planes en el país se mantienen sin cambios y está ratificada la inversión por US$ 580 millones anunciada en diciembre" para fabricar la nueva Ranger en la planta bonaerense de General Pachecoque a partir de 2023 que abastecerá a la región.

Además, explicaron que "la noticia de hoy forma parte de la decisión de hacer foco en los modelos SUV, pick ups y comerciales livianos", segmentos a los que correspondieron los últimos lanzamientos de la marca.

Detalle del cierre y oficinas que quedan habilitadas en Brasil

A través de un comunicado local, la firma informó que "la producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubatépero continuará con la producción de algunas piezas por pocos meses para dar soporte a inventarios para atender el mercado de reposición". Por su parte, "la planta de Troller en Horizonte continuará operando hasta el cuarto trimestre de 2021".

Asimismo, mantendrá el Centro de Desarrollo de Producto en Bahía, su Campo de Pruebas en Tatuí, San Pablo, y las oficinas centrales regionales en San Pablo. Además, continuará atendiendo a sus clientes con operaciones de ventas, repuestos, servicio y garantía en Brasil y Sudamérica.

"Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas", señaló el comunicado.

Lo que demandará el cierre

La empresa estima que deberá despedir 5.000 empleados, para lo cual explicó que comenzará inmediatamente a trabajar junto a sus sindicatos y otros actores clave asociados para "desarrollar un plan equitativo y balanceado con el fin de mitigar los impactos de finalizar la producción".

Además, anticipa cargos extraordinarios por US$ 4.100 millones, es decir unos US$2.500 millones atribuibles a despidos, rescisiones y acuerdos; y otros US$1.600 millones relacionados con la baja de créditos fiscales y con depreciaciones y amortizaciones aceleradas.

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