Análisis Internacioal

La disputa por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo

Entre su campaña electoral y la disputa hegemónica con China, Donald Trump desea imponer un presidente estadounidense en el BID.

Por Ignacio Lautaro Pirotta | 09-08-2020 12:00hs

Por primera vez en su historia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podría tener un presidente que no sea de América Latina. Donald Trump ha decidido presentar a Mauricio Claver-Carone, de nacionalidad estadounidense, como candidato en la votación que tendrá lugar entre el 12 y 13 de septiembre, rompiendo una fuerte tradición de presidentes latinoamericanos en el organismo. El presidente es elegido por la Asamblea de Gobernadores -máxima autoridad del banco-, la cual es conformada por un representante de cada uno de los países miembros. 

Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento de proyectos de desarrollo e investigación en América Latina y el Caribe. La tradición es que esté presidido por un latinoamericano, ya que son los países de esta región los únicos beneficiarios. Ese principio fue defendido por el propio presidente estadounidense de entonces, Dwight Eisenhower. De cara a la post pandemia y siendo América Latina la región del mundo más golpeada por la pandemia, el rol del banco cobra especial relevancia. 

Claver-Carone actualmente es asesor de Donald Trump para América Latina y el Caribe y es conocido por sus posiciones duras contra Venezuela y Cuba y a favor de la implementación de sanciones contra esos países. La postulación de Claver, nacido en Florida y de madre cubana, es un guiño a la comunidad cubana-estadounidense en ese estado, una de las claves para ganar las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Pero sobre todo, con la presidencia del BID, Estados Unidos fortalecería su posición en la región ante la creciente influencia de China.

Sin embargo, la jugada de Trump tiene algunos riesgos. En tanto rompe con la tradición inaugurada por el presidente Eisenhower, de presidentes del DIB latinoamericanos, socava la credibilidad del organismo. Además, Claver-Carone es rechazado por el senador que preside la comisión de designaciones del Senado, Patrick Leahy, quien podría dificultar la gestión de Claver frente al BID, más aún si Trump es derrotado en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre en manos del demócrata Joe Biden. 

Desde el equipo de campaña de Biden ya han manifestado que el candidato demócrata se opone al nombramiento de Claver-Carone, según publicó Andrés Oppenheimer en el diario Miami Herald. El motivo: “es demasiado ideológico, poco calificado y está buscando un nuevo empleo para después de noviembre”. 

Por otro lado, la candidatura de Claver-Carone ha despertado resistencias dentro de la región. Distintas figuras de la política latinoamericana se han  manifestado en contra de Claver, por romper con la tradición del presidente latinoamericano para el BID. A mediados de junio emitieron un comunicado en ese sentido los expresidentes de la región Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Manuel Santos (Colombia), Ricardo Lagos (Chile), Julio María Sanguinetti (Uruguay) y Ernesto Zedillo (México). En julio todos los excancilleres de Argentina desde el retorno de la democracia firmaron una nota a favor de que la presidencia del BID continúe en manos de un latinoamericano, y este 4 de agosto fue el turno de más de 130 personalidades latinoamericanas, desde exministros hasta empresarios y académicos. 

A diferencia de Brasil, que iba a presentar un candidato propio para presidir el BID y desistió para apoyar a Claver, Argentina ha mantenido la candidatura de Gustavo Béliz, actual Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia y ha rechazado desde el inicio la candidatura del estadounidense. Béliz, sin embargo, no cuenta con los votos necesarios y en las últimas semanas otra alternativa ha comenzado a ganar fuerza: la postergación de la votación hasta luego de la pandemia y las elecciones estadounidenses. 

Siguiendo a la Argentina, se han manifestado a favor de la postergación Chile, la Unión Europea (UE) y México. En el caso de México y la UE escudándose en la imposibilidad de realizar el proceso de selección de manera adecuada debido a la pandemia. 

 

Beneficios y riesgos de la postura argentina

La posición del gobierno argentino es un riesgo en sí misma en tanto desafía a la política del gobierno estadounidense determinada directamente por Trump y llevada adelante por un hombre de su confianza. Las posibles consecuencias podrían gravitar también en torno a la relación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional, donde Estados Unidos tiene fuerte influencia, y la renegociación del acuerdostand bypor 44.000 millones de dólares contraído durante la presidencia de Mauricio Macri. 

A su favor, si no se logra la postergación de la elección del presidente del BID y es elegido Claver, Argentina se habrá manifestado claramente en favor de la construcción de confianza y el respeto a las instituciones multilaterales. La tradición no escrita según la cual el presidente del BID debe ser latinoamericano goza de amplio consenso, como muestran las numerosas manifestaciones de rechazo a la nominación de Claver-Carone. Esa apuesta en las organizaciones internacionales multilaterales cobra especial valor en un orden internacional donde, con Trump a la cabeza, dichas organizaciones están bajo cuestionamiento. 

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