Según lo confirmado por el Servicio Meteorológico Nacional, el humo de los incendios forestales de Australia fue transportado por los "sistemas frontales que se desplazan de oeste hacia el este".

Los incendios de Australia se llevaron la vida de 24 personas y más de 500 millones de animales, destruyeron 1.588 casas y arrasaron con 5.500.000 hectáreas de tierra. Esta catástrofe ambiental es consecuencia de la ola de calor con temperatura récord en la que está sumida Australia desde hace tres meses sumada a la temporada más seca de los últimos 120 años para este país y los fuertes vientos de hasta 96 kilómetros por hora que facilitaron al expansión del fuego con una rapidez inusitada.

Las consecuencias de esto para la Argentina a corto plazo serían casi mínimas, "sólo un atardecer y un sol un poco más rojizo". El Servicio Meteorológico explicó que este fenómeno se genera por la luz del sol y lo que pasa en la atmósfera. Según lo detallado "la radiación electromagnética se emite en formas de ondas y hay de todas las longitudes posibles. Pero existe un grupo de éstas ondas que pertenecen a la luz visible. El violeta tiene la longitud de onda más corta y el rojo más larga. (...) Las ondas que absorben o emiten están relacionadas con el tamaño de las partículas que la luz intercepta en su viaje."

Los aerosoles y partículas que generan los incendios, al ser bastante grandes se dispersan mejor, como las ondas que corresponden a los naranjas. Por ello, lo que llegan a nuestros ojos son esos colores que emiten, es por ese motivo que el cielo será percibido en estos días más rojizo que de costumbre.