Para el expresidente brasileño, Lula Da Silva, si bien el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene un nuevo discurso hacia adentro de su país, donde reivindica a los trabajadores en el afán de destruir las bases de sustentación de Donald Trump, en materia de política exterior Biden continúa con el mismo discurso y política hacia América Latina, a los que definió como “casi” de dominación. “Sigue pensando que los Estados Unidos tienen que ser como el farol del mundo, que tienen que luchar contra la corrupción mundial, que ellos van a promover la paz mundial”, detalló. Y agregó:“Biden tiene que entender que América Latina tiene que tener el derecho de crecer”. 

El expresidente Lula llegó a asociar a Estados Unidos con golpes de Estado en la región. “Es casi como si fuera un discurso de dominación: 'Ustedes no pueden crecer. No pueden tener soberanía. No pueden desarrollarse o cuando empiezan a desarrollarse, mandamos un embajador para organizar golpe de Estado en nuestro continente'”, criticó Lula.Las declaraciones fueron realizadas en una entrevista publicada este domingo por el grupo Octubre (Página 12 y el canal IP). 

Lula da Silva viene de ser beneficiado con la anulación de las condenas en su contra en marzo pasado, decisión que fue ratificada la semana pasada por el plenario de la Corte Suprema de Justicia. El motivo de la anulación fue la falta de imparcialidad que tuvo el entonces juez federal Sergio Moro, quien intervino en ambas sentencias y estuvo al frente de la investigación anticorrupción conocida como Lava Jato (lavadero de autos).

Desde mediados de 2019, la filtración a la prensa por medio de un hacker de mensajes privados realizados por la aplicación Telegram entre Moro y la fuerza de tarea de fiscales liderada por Deltan Dallagnol, dio cuenta de las maniobras del entonces juez para perjudicar a Lula da Silva, así como notorias irregularidades en otros procesos de la Lava Jato. Aunque esos mensajes no tienen valor probatorio al haber sido obtenidos de manera ilegal por un hacker, fueron fundamentales para cambiar el rumbo de la Lava Jato y anular las sentencias contra Lula.

Además del caso del expresidente, los mensajes dejaron de manifiesto la cooperación, aparentemente ilegal, entre los fiscales, el juez brasileño y agentes del FBI de Estados Unidos. En 2019, un grupo de partidos brasileños envió un pedido al Congreso brasileño para que interpelen a los organismos de aquel país al respecto, aunque el mismo no tuvo respuesta. Ahora, a comienzos de junio, 20 congresistas norteamericanos, todos demócratas (el partido de Biden) y entre los que se encuentran algunos miembros de peso, enviaron una nota al Departamento de Justicia en la que pide que se tornen públicas toda la información acerca de la cooperación de Estados Unidos con la Lava Jato.  Según un fragmento del pedido, revelado por BBC News Brasil, los congresistas dicen estar “preocupados” con el “involucramiento de agentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos  en procedimientos de investigación y judiciales recientes en Brasil, que generan controversia sustancial y son vistos por muchos en el país como una amenaza a la democracia y el Estado de derecho”.

En febrero, uno de los jueces de la Corte Suprema brasileña, Gilmar Mendes, confirmó que en los diálogos sugieren una cooperación informal entre miembros de la Lava Jato y agentes estadounidenses. En su defensa, el ex juez Sergio Moro ha sostenido ante la prensa que la cooperación fue por medios formales, incluso por escrito, aunque ello no excluye algunos contactos de manera verbal.

La fuerte declaración de Lula se da justo al finalizar una semana en la que produjo la visita a Brasil del director de la CIA, William Burns, quien se reunió con Jair Bolsonaro y su ministro de Seguridad Institucional, el general Augusto Heleno. Los motivos de la visita, que no había sido anunciada ni agendada, no fueron informados a la prensa.

Aunque la anulación de las sentencias en su contra lo habilita para presentarse en elecciones y ya se da casi por sentada su candidatura, Lula ha postergado la decisión. Según él, primero hay que resolver las urgencias de la pandemia, conseguir vacunas y mejorar la situación de ingresos de los trabajadores y empresarios. “Después pensaremos en la cuestión electoral”,prometió.Las elecciones presidenciales tendrán lugar en octubre de 2022.

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