La misa por la unidad y la paz fue convocada por la Conferencia Episcopal Argentina y presidida por monseñor Ojea, con la homilía a cargo del arzobispo de Mercedes-Luján Jorge Eduardo Scheinig, quien expresó: "Debemos hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro".

Macri y Fernández arribaron casi al mismo tiempo, acompañados cada uno por su pareja, juliana Awada y Fabiola Yañez, respectivamente, intercambiaron saludos, algunos comentarios y sonrisas en un clima de cordialidad. También asistieron funcionarios y dirigentes políticos a la misa que duró casi una hora y media, y que finalizó con el abrazo de los mandatarios al momento del Saludo de la Paz.

"Debemos hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro"

La jornada cálida y soleada estuvo marcada por un verdadero ambiente de unión y paz, pero también por una gran expectativa respecto a los intercambios y actitudes de los mandatarios. Incluso en un momento el presidente electo convidó al actual presidente de su propia bebida al tiempo que cruzaron palabras y sonrieron. Estas situaciones como el hecho de haber aceptado asistir juntos a la misa, fueron bien recibidas y muy elogiadas por la Iglesia, los dirigentes de todos los sectores, periodistas y la sociedad en su conjunto, en sintonía con el objetivo de la misa y el pedido de unidad "agotados de tantos desencuentros y peleas" para volver a "escucharnos" y "dialogar" con políticas de Estado que trasciendan los gobiernos y en el marco de un Pacto Social.

Al respecto el arzobispo de Mercedes-Luján destacó a la participación de ambos mandatarios como "un gesto que habla por sí mismo" y alimenta la esperanza de que "se convierta en una puerta para entrar en esta nueva etapa, con sinceros anhelos de unidad y de paz".

Además, monseñor Ojea pidió por la construcción de una "cultura de la equidad" y "un trabajo cuerpo a cuerpo con los hermanos, en especial con los más pobres, tal como pide el papa Francisco".

Participaron también de la misa gobernadores, senadores, diputados, líderes políticos, sindicalistas, empresarios y movimientos sociales, además de representantes de otras religiones.

En la homilía también hubo un llamado a "gobernantes y dirigentes a que se unan para que los pobres sean los hermanos más cuidados, a los que más queremos acompañar para que consigan su propia tierra, su techo y su trabajo"