ESTAMBUL

Marco de la firma del Convenio de Rotterdam. La Lechería Argentina busca nivel Mundial.

Argentina presentó su adhesión al Convenio de Rotterdam, esto paso en Estambul (Turquía) en el Encuentro realizado entre el 23 y el 26 de Septiembre.

Por Luis Chervo | 04-10-2019 08:58hs

El Convenio de Rotterdam es un tratado internacional relativamente nuevo en el ámbito de la gestión de los productos químicos. Se abrió a la firma en una Conferencia de plenipotenciarios celebrada en Rotterdam (Países Bajos), en septiembre de 1998. Entró en vigor el 24 de febrero de 2004, tras depositarse el 50° instrumento de ratificación. En la fecha de celebración de su primera reunión, en septiembre de 2004, la Conferencia de las Partes contaba con 73 miembros.

El objetivo del Convenio de Rotterdam es promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las partes en la esfera del comercio internacional

El objetivo del Convenio de Rotterdam es promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de las partes en la esfera del comercio internacional de ciertos productos químicos peligrosos a fin de proteger la salud humana y el medio ambiente frente a posibles daños y contribuir a su utilización ambientalmente racional, facilitando el intercambio de información acerca de sus características, estableciendo un proceso nacional de adopción de decisiones sobre su importación y exportación y difundiendo esas decisiones a las Partes (artículo 1).

El Convenio representa un paso importante para garantizar la protección de la población y el medio ambiente

El Convenio representa un paso importante para garantizar la protección de la población y el medio ambiente de todos los países de los posibles peligros que entraña el comercio de plaguicidas y productos químicos altamente peligrosos. Contribuirá a salvar vidas y proteger el medio ambiente de los efectos adversos de los plaguicidas tóxicos y otros productos químicos. Establecerá una primera línea de defensa contra las tragedias futuras impidiendo la importación no deseada de productos químicos peligrosos, en particular, en los países en desarrollo como es la Argentina. Al dar a todos los países la capacidad de protegerse contra los riesgos de las sustancias tóxicas, habrá puesto a todos en pie de igualdad y elevado las normas mundiales de protección de la salud humana y el medio ambiente.

No podemos competir en el mundo sin un compromiso sustentable en lo económico, social y ambiental. Esto implica adoptar un enfoque integral para promover la sostenibilidad de los sistemas lecheros, teniendo en cuenta las dimensiones sociales, económicas, sanitarias y ambientales. Esto debe ser una política de ESTADO, que gobierno tras gobierno, debe respetar, debe continuar con un compromiso patriótico. Días pasados un pensador de mí provincia, Santa Fe, que fue diez años Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación, Saturnino Danti Aranda, me decía, de la importancia de tener una nueva definición estratégica de la Nación. Y hablábamos de economía, hablábamos de reelaborar una nueva MATRIZ PRODUCTIVA.

debemos definir y poner norte a actividades que sean consideradas de interés estratégico para la Nación, y cuidar que esos productos lleguen a la mesa de los argentinos

Esto significa, que debemos definir y poner norte a actividades que sean consideradas de interés estratégico para la Nación, y cuidar que esos productos lleguen a la mesa de los argentinos. Antiguamente existió, por ejemplo, el IAPI. No será ese, camino, habrá otros, pero lo importante es equilibrar, en un país, que se cobra en pesos, y se pagan tarifas en dólares, se come, en tarifas en dólares, por ejemplo, la harina, se vende en Argentina, a igual precio que se vende al mundo.

Creemos profundamente, que Argentina, no solo puede ser competitivo en forma permanente, con leche en polvo, si no con quesos duros y blandos, que realmente tienen un poder de venta con valor agregado, que sorprendería a todos los Mercados Internacionales.

2019 cayó el consumo de productos lácteos en un 9% en el primer semestre, según lo indicó el Observatorio lácteo. A Junio cayó a 182 litros per cápita, un 4,3% menos respecto a los 190 litros del mismo mes del año 2018.

Los rubros que mayor caída presentaron son los de mayor valor agregado y/o unitario tales como leches no refrigeradas (UAT – cartón), saborizadas, yogures, flanes y postres y quesos procesados.

 

(*) Master Internacional en Marketing y Comercio Internacional ESEM MADRID (ESPAÑA)

Especialista en Comercio por Redes Universidad de La Florida Miami (USA)

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