Un informe elaborado por el área de Economía y Estadística del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) dejó expuesta la escalada de los precios de la carne. El incremento interanual general de los valores que paga el consumidor minorista en los mostradores promedió un 73% entre febrero de 2020 y de 2021.

Con algunas subas mayores en cortes como el asado de tira que superó el 84%, el vacío que rozó el 77%; y la tapa de asado un 76%, los aumentos de la carne vacuna superaron ampliamente el 36,1% de inflación que midió el Indec.

Sin dudas, esto trajo aparejado que el consumo medio de carne vacuna tuviera el registro más bajo de los últimos 50 años. De acuerdo a declaraciones de Eugenia Brusca, asistente del IPCVA, el consumo per cápita alcanzado “es uno de los valores históricos más bajos”, considerando los 50 kg promedio que se consumen actualmente contra los 90 kg que se consumían a finales de los años 70.

Últimos aumentos

En la comparación mensual, los números no resultan tan abrumadores. Respecto al mes de enero los cortes de carne vacuna aumentaron solo el 1,1% mejorando incluso en su comparación con las carnes de pollo y cerdo, cuyos aumentos fueron de 5,7%, y 1,7% respectivamente.

Cabe destacar que los incrementos anuales de las carnes sustitutas fueron del 57,9% para el pollo y 59,3% para el cerdo.

Los precios no caen, porque cayó 10% la producción de carne y eso genera que los precios se hayan sostenido en el mercado de Liniers.

Las causas

De acuerdo al último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), los factores que más inciden sobre volúmenes de consumo interno son la caída del poder adquisitivo “potenciada por el mayor nivel de desempleo que retira a las familias del mercado”.

Los precios no caen porque cayó 10% la producción de carne.

Miguel Schiariti, titular de la Cámara, explicó en una entrevista para ABC Rural que “las familias deben comprar carne vacuna a los precios nuevos con ingresos viejos, es decir, todavía sin actualizar por inflación”. Y a esto agregó que “los precios no caen porque cayó 10% la producción de carne y eso genera que los precios se hayan sostenido en el mercado de Liniers”.

En tanto, durante el primer bimestre del año se registró una baja del 10,5% interanual; el país absorbió 331.400 toneladas de res con hueso respecto a las 370.400 de 2020.

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