En los campos mixtos la salida del invierno es una etapa crítica para alimentar las diferentes categorías de invernada como corresponde. Esperando la lluvia para que nuestras pasturas produzcan mejor, pero pasto no llueve; habrá que esperar.

La salida de un invierno benévolo, llovedor (precipitaciones por arriba de la media) y/o cuando planificamos con exceso nuestros verdeos de invierno no hay inconvenientes; pero esos años son los menos. El invierno 2020 es un invierno seco en la mayor parte de la pradera pampeana, por lo tanto es una etapa de producciones de pasturas y naturales reducidas, al igual que el forraje producido por los verdeos invernales. La pregunta principal es cómo asignamos nuestros escasos recursos forrajeros a las diferentes categorías de invernada.

Además de inventariar nuestros recursos lote por lote, calculando el forraje que vemos y con el que podamos contar en las próximas siete semanas (para llegar a noviembre), y los requerimientos de los animales que tenemos en el campo; debemos inventariar el resto de los recursos que tengamos a mano como granos, rollos y silos.

Quien tiene silos es aquel productor que, seguramente, ya está asesorado y lo utiliza como recurso habitual; pero lo más común en los campos mixtos sin asesoramiento, es contar con granos para la venta que deberá derivar, parte de ellos, a los animales. Para ser eficientes, debemos asignar los escasos recursos dividiendo los requerimientos según categorías.

A las categorías de venta o terminación nunca les deben faltar la comida en cantidad y calidad, para que sigan en su habitual ritmo de engorde. Para ello, una relación práctica a tener en cuenta es que los animales consumen diariamente un 3% de su peso vivo; es decir que un rodeo de peso promedio de 400 kilos necesita comer unos 12 kilos diarios de alimento seco.

Si las buenas praderas de alfalfa o verdeos, por ejemplo, nos alcanzan, según nuestros cálculos previos, para cuatro semanas, un buena decisión puede ser reemplazar una tercer parte de sus necesidades (4 kg. de maíz por animal por día) y esa alfalfa la estiramos a seis semanas llegando a nuestro noviembre "salvador".

Las categorías de terneros tampoco deben perder peso, pueden bajar su ritmo de engorde pero jamás deben comer menos proteínas que las necesarias en esa etapa de su vida. En caso de darle grano, es necesario reforzar el suministro de proteína con otros tipos de suplementos. Si no lo hacemos bien, esos animales pueden quedar afectados en toda su vida productiva.

Las categorías intermedias son, en las condiciones de escasez como la que tratamos, las que comen los recursos más escasos en cantidad y calidad como praderas viejas o naturales. La experiencia demuestra que hasta pueden perder algo de peso en esta etapa, 30 o 40 kilos en estas semanas, especulando con el "engorde compensatorio" de la primavera. Hoy pierden hasta 100 gramos por día pero en la estación florida comen por 500 y aumentan más de 600.

En todos los casos siempre hay que tener en cuenta la provisión de agua en cantidad y calidad, además, es imprescindible usar eficientemente el alambre eléctrico para asignar diariamente las praderas en parcelas.

Un último consejo si Ud. va a dar grano por primera vez. La mayor parte de los productores empezaron a dar el maíz distribuido cerca de un alambre en el suelo. En tiempos secos, las pérdidas son tolerables pero se pueden improvisar con alambres y bolsas de polipropileno un buen comedero económico en el lote. Siempre calcule unos 50 cm. de comedero por cabeza para que la hacienda coma bien. Empiece con cantidades mínimas y vaya aumentando de a poco hasta alcanzar lo indicado. Lo mejor es darlo en encierre antes de abrir la parcelita donde comen.

Cuando planifique sus recursos forrajeros para el próximo año reserve algo de maíz pensando lo peor. Si se presenta el año mejor tendrá algo más para vender.

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