Pese a que los índices que vaticinan indican que el volumen de producción cerealera alcanzará un nivel récord de 2.750 millones de toneladas, un 1,6% más que el año pasado, la menor producción en algunos países, sumado a la mayor demanda mundial y menores reservas, exige una compensación para mantenerse en balance.

Se espera, de acuerdo a la FAO, que la producción de cereales secundarios sufra una disminución en casi 10.1 millones de toneladas. La producción de maíz en la Unión Europea y Ucrania, así como la disminución de la superficie sembrada en Estados Unidos incide desfavorablemente en el volumen de producción mundial.

En el trigo, los pronósticos del organismo especializado de ONU adelantan que se puede esperar una producción de 2,3 millones de toneladas menos en 2020/21, por debajo de los niveles récords de 2016, totalizando las 762,7 millones de toneladas. Esto, se debe a los menores niveles de producción que se esperan de Ucrania y Argentina que, por las condiciones climáticas secas, deprimieron considerablemente las perspectivas de rendimiento. No obstante, se estima que para el 2021 los productores, alentados por los precios elevados siguiendo la ley de oferta y demanda, amplíen la superficie plantada y el volumen repunte para el año próximo.

La producción mundial de arroz, en tanto, podría aumentarse en un 1,5% en términos interanuales, alcanzando un récord de 508,7 millones de toneladas, pero ubicándose por debajo de las expectativas de octubre, principalmente por la disminución de la producción en Myanmar y Nigeria por las condiciones meteorológicas.

En relación a la utilización mundial de cereales, la FAO advierte que durante el 2020/21 ascenderá a 2.745 millones de toneladas, cifra superior a la adelantada en octubre y un 1,9% más de lo que se utilizó durante el 2019/20. El consumo de trigo, por el aumento de lo previsto para la UE, se ha incrementado ligeramente elevándose a 758 millones de toneladas, un 1,0% arriba de lo consumido en 2019/20.

El consumo de cereales secundarios, por su parte, se mantuvo estable a lo pronosticado en octubre, quedando fijado en 1.477 millones de toneladas, impulsado por el mayor uso de piensos. La utilización del arroz, principalmente como alimento, alcanzará durante el 2020/21 las 510 millones de toneladas, un 1,5% más que 2019/20.

Los pronósticos en relación a las reservas mundiales de cereales, de acuerdo a la FAO, tendrán un recorte en 13,6 millones de toneladas desde octubre al cierre de las campañas en 2021. El coeficiente entre el consumo y las reservas a escala mundial en 2020/21 asciende al 31,1%, lo que resulta elevado desde una perspectiva histórica pero menor de las registradas en 2019/20, con 31,8%.

Las reservas de maíz, según el informe, tendrán una baja debido a un recorte de 10,8 millones de toneladas en las existencias mundiales consecuencia del gran caudal de exportaciones de Brasil, el mayor consumo interno en China y la disminución de la producción de Estados Unidos y la Unión Europea. Se estima que finalmente se ubiquen en 281 millones de toneladas, un 2,5% por debajo de los niveles de apertura.

En cuanto a las reservas de trigo, advierte que el pronóstico se ha reducido 3,8 millones de toneladas, consecuencia de la reducción de las reservas en Estados Unidos, Rusia y la UE. No obstante, para el final de la campaña, las reservas mundiales de trigo se aumentarán en 184 millones de toneladas, un 1,9% por encima de la apertura. En China, sin embargo, es probable que las existencias del trigo se contraigan un 3,7% a raíz de los descensos productivos que se esperan de parte de Argentina, Estados Unidos y la UE.

El arroz, por su parte, cerraría con reservas mundiales estables al cierre del 2020/21, en 182,0 millones de toneladas, gracias a las acumulación de producción de los principales países arroceros, por lo que el coeficiente entre las reservas y utilización no disminuiría considerablemente en relación al año pasado.

Por último, la FAO analizó el comercio mundial de cereales y adelantó que el pronóstico para 2020/21 se ha incrementado en comparación a lo pronosticado en octubre, situándose en 451 millones de toneladas, un 3,0% más que 2019/20. La suba, es atribuible principalmente al crecimiento del comercio mundial de los cereales secundarios, los cuales podrían incrementarse en un 4,7% respecto al mismo período.

En búsqueda de compensar la baja en la producción, las mayores importaciones de maíz por parte de la UE y las mejoras en las ventas de Brasil y Estados Unidos también empujaron un alza de 3,8 millones de toneladas en el pronóstico sobre el comercio mundial de maíz, ahora cifrado en 179,9 millones de toneladas, un 3,7% más que el 2019/2o.

El comercio mundial de arroz, también con una tendencia alcista, crecería interanualmente en un 6,3%, ascendiendo para el 2021 en unas 47,2 millones de toneladas. El comercio de trigo, por su parte, se pronostica que podría alcanzar un nivel récord de 184,5 millones de toneladas en 2020/21, sin variaciones desde lo pronosticado en octubre pero ligeramente mayor a lo registrado en 2019/20.

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