Aquellas personas que vacacionan en el exterior deben saber que existen productos de origen animal y vegetal que por disposición del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) están prohibidos para ingresar al país.

El objetivo de la disposición es prevenir el ingreso de plagas y enfermedades que afecten la producción agropecuaria nacional y sostener los estatus zoofitosanitarios alcanzados por la Argentina, muy importantes para el ingreso a los mercados del mundo.

Es por esto, que el Senasa recomienda a los pasajeros que vayan a retornar al país por pasos terrestres, aeropuertos, o por vías fluviales o marítimas, se informen sobre los productos y subproductos de origen animal y vegetal prohibidos de ingresar sin la autorización correspondiente. Esta consulta la pueden realizar acercándose a cualquiera de sus oficinas distribuidas en todo el país o en su página web.

“El Senasa está presente en las fronteras para la prevención del ingreso de plagas y enfermedades a través de los productos que traen los viajeros. Reforzamos nuestra acción sobre todo porque hay un mayor perfil de ingreso de personas, en la época de verano se incrementa el movimiento de pasajeros”, sostiene Ricardo Cafferata a cargo de la Coordinación General de Fronteras y Barreras del Senasa.

El personal revisará el equipaje con el fin de verificar que no se transporten productos de riesgo sanitario. Aquello que no cumplan con los requisitos sanitarios establecidos serán decomisados y eliminados de forma segura en presencia de su portador.

“Somos un país que produce alimentos, que los exporta y somos reconocidos a nivel internacional. A estos mercados internacionales podemos acceder e incluso ampliarlos, si mantenemos y mejoramos el estatus sanitario del país. Todas estas medidas de prevención en fronteras intentan sostener esta fortaleza”, concluyó Cafferata.

Es importante asesorarse para evitar situaciones comprometidas e identificar aquellos productos o alimentos que sí pueden traerse al país por no revestir riesgo alguno, siempre que sean cantidades acordes para un consumo personal o familiar y cuenten con la debida rotulación del país de origen