Luego de dos meses de inactividad y poniéndose de pie después de un incendio intencional sufrido en el mes de septiembre, la Feria de Simoca volvió a abrir sus puertas el último sábado. La actividad comenzó a las 7 de mañana, en el predio algunos emprendedores remataron el fruto de sus actividades bajo un estricto protocolo de seguridad y sanidad. En esta primera etapa solo se habilitaron puestos de vendedores simoqueños con productos agroalimentarios: regionales, verduras y chacinados.

Los puestos fueron ubicados a 10 metros de distancia, cada uno disponía de alcohol en gel para los clientes y los feriantes tenían sus respectivos barbijos o tapabocas. El número de feriantes fue muy reducido pero, a partir de esta experiencia, se evaluará la posibilidad de incluir más rubros y puestos como los de ropa y comida que, por el momento permanecen prohibidos.

Tal como detalló el encargado de la feria, Kike Ruiz, hubo una gran expectativa con esta prueba piloto. “No fue una cantidad masiva de vendedores, pero estuvo todo muy tranquilo y controlado. Ahora estamos esperando la inspección del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) y autoridades provinciales".

Las puertas de la tradicional feria permanecerán abiertas los sábados desde las 7:00 hasta las 15:00 horas durante esta primera etapa, y desde la Municipalidad se solicita los vecinos respetar el distanciamiento social y el uso de barbijos.

La supervisión del protocolo sanitario se realizó en conjunto con las fuerzas policiales, los bomberos voluntarios de Simoca y la seguridad municipal.