SANTA FE

Sequía: el mal tan temido por los productores

En este último tiempo la sequía da que hablar y es un tema que viene causando bastante preocupación entre los productores por cómo está afectando a la siembra, principalmente a la del trigo en el sur de la provincia. El Agrario dialogó con el productor agropecuario Laureano Ansaloni, quién nos contó su experiencia y explicó cuál es el problema, cómo impacta y qué se puede hacer frente a esta situación.

Por Marianela Chimento | 09-06-2020 10:00hs

Laureano Ansaloni es productor agropecuario de la provincia de Santa Fe. Su experiencia en el campo le enseñó a identificar lo que es una sequía y cómo afecta a la siembra. Él como muchos trabajadores, están pasando por esta situación en la que el trigo es el cultivo más afectado.

Una sequía es la acumulación de días sin precipitaciones considerables, al punto de ver literalmente sufrir a los cultivos. En casos más acentuados, se complementa con jornadas más cálidas y ventosas de lo habitual, lo que perjudica aún más la temporada en curso. Esta situación se convierte en uno de los fenómenos más temidos por el sector agropecuario, ya que no se puede predecir con grandes certezas ni estimar las áreas geográficas donde más puede afectar, dañando así fuertemente a los cultivos y pastoreos. Pueden darse en ciclos climáticos que se han ido respetando estadísticamente cada 10 o 12 años, yendo desde caídas abundantes a escasos milimetrajes dentro de esos períodos.

Apuntando específicamente al sur de Santa Fe, Ansaloni comentó que la mayor marca se puntualizó en la campaña 2010/2011, con un registro de 380mm y 430mm respectivamente para cada año. Teniendo en cuenta que lo ideal ronda entre los 900 y 1000mm, el impacto no fue tan severo gracias a las napas que aportaron gran ayuda teniendo niveles históricos de reservas.

En la actualidad está empezando a mostrarse el comienzo de lo que sería un nuevo ajuste en los pluviómetros, ya que si bien se cuenta con alguna reserva, las lluvias no aportaron mucho. La última campaña 2019/20 dejó buenos saldos en rendimientos, pero consumió gran porción de lo precipitado, utilizando además algo de lo reservado en la napa de años anteriores.

El productor además explicó que hoy en día se comenzó a observar faltante de humedad en el perfil sembrable, debido a la discontinuidad de lluvias - no solo en el sur de la provincia, si no en gran parte de la zona productiva pampeana-. Esto se ve claramente manifestado en la gran cantidad de lotes que están a la espera de la lluvia para poder continuar con una siembra que promete ser récord en hectáreas para el cereal de invierno.

"Por el momento estamos a tiempo por las fechas ideales de implantación pero con cierta incertudumbre con los pronósticos a corto y mediano plazo, ya que no prevén lluvias considerables a la vista", declaró Ansaloni. Y destacó que no se está notando ninguna pérdida de consideración, pero si la preocupación por no tener climas alentadores para continuar la implantación de la fina y asegurar lo ya sembrado con perfiles limitados de humedad.

¿Y la solución para este tema?"Solo queda esperar que llueva", comentó Laureano. Aunque hay varias medidas de prevención que pueden tenerse en cuenta, como por ejemplo localizar la variedad correcta y sembrar en las fechas que no son ideales. Ya en varias zonas se comienza a pensar en un sistema de riego que pueda colaborar con la demanda continua del cultivo de turno.

Además se puede considerar la cobertura con rotaciones adecuadas. También si se va a consumir agua útil con cultivos de servicios, para generar materia orgánica a futuro, se debe administrar con el seguimiento necesario. Se acumulan precipitaciones después de discontinuar su período activo, reuniendo en un "colchón de pasto" el agua que pueda llover en una primavera con ocasionales tormentas, para luego implantar en la siembra gruesa.

Finalizando el productor destacó que la actual sequía que parece avecinarse podría traer como consecuencia la típica incertidumbre de "pecar por esperar o pecar por sembrar". Lo cierto es que el resultado de la temporada que parecía ser record, puede terminar arrojando rendimientos muy inferiores a los esperados y con menor área sembrada de trigo.

Ansaloni confesó que en zonas ubicadas más al norte ya se está pensando en cambios de cultivos. Según las lluvias que se desarrollen en este tiempo, lo que iba a ser siembra de trigo puede modificarse por un buen maíz o soja para evitar grandes perdidas

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