De origen Guaraní, la planta fue encontrada por los Jesuitas y oculta por siglos de los gustos del mundo. Ahora en Perú está por abrir la planta más grande del mundo con capital de origen belga.

La “hierba dulce”, es el término con el cual es conocido en la zona de origen en Paraguay, en los departamentos de Amambay y Alto Paraná. Esa zona se extiende a Brasil y Argentina, desde tiempos inmemorables. La “stevia” ha experimentado una notable y dinámica de transformación en el mundo de la ciencia, y se está convirtiendo en un producto aceptado en la mesa habitual, ya sea en bebidas como en suplementos alimentarios.

Cuando los científicos profundizan sus análisis, encuentran once componentes dulces llamados “glucósidos de steviol”, los cuales tienen propiedades que van más allá de endulzar bebidas y alimentos, ya que tienen grandes beneficios porque, si bien es la stevia unas 200 veces más dulce que el azúcar, no provoca el aumento de los niveles de insulina en la sangre.

Hoy se sabe que la stevia tuvo más de 1.500 años de uso etnomédico por los Guaraníes antes de ser rescatada, compilada por los Jesuitas y custodiada en los archivos de Europa, de donde es tomada como de tantos otros productos que terminaron en la medicina moderna, con su correspondiente adaptación.

En la actualidad el mayor productor mundial es China, pero los principales importadores son Japón, Corea, EEUU, Australia y Nueva Zelanda. La producción mundial está entre las 100 mil y las 200 mil toneladas anuales. En América hay un caso acreditado de crecimiento en Bolivia, que en el año 2009 solo producía 20 toneladas anuales y en el 2019, cerrará con una producción de 80 toneladas anuales.

La planta de stevia tiene una durabilidad de 14 años, es resistente a los insectos y por eso no tiene procesos de tratamientos químicos con insecticidas

Ahora Perú entra a jugar muy fuerte. La empresa belga Stevia One, será la responsable de montar la fábrica más grande del mundo (Paita-Piura), en el procesamiento de esta planta endémica de Sud América. Con una inversión inicial de 40 millones de dólares tendrá una capacidad de producción de 25 toneladas diarias, siendo abastecida por unas 200 hectáreas propias, cosechadas 4 veces al año, más la producción que se le comprará a los campesinos aledaños. Las proyecciones de exportación anual son de 40 a 50 millones anuales, en los siguientes mercados: EEUU, África, Europa y resto de Latinoamérica, es decir, piensan recuperar la inversión en el primer año de ejercicio.

La planta de stevia tiene una durabilidad de 14 años, es resistente a los insectos y por eso no tiene procesos de tratamientos químicos con insecticidas, lo cual hace sano a la salud el producto que se extrae de ella. Tampoco necesita abonos especiales, es decir, el costo es casi nulo, solo requiere un buen clima y buen riego.

Es nuestra intensión de esta página, animar y proyectar un nuevo país, en lo referido a un cambio de raíz, en su matriz productiva, que será base para un desarrollo en un mundo altamente competitivo. La stevia, producto extraordinario, es algo para analizar profundamente, y apostar al progreso de la Región NorOeste de nuestro país.

(*) Magister en Marketing y Comercio Internacional Esem-Madrid (España) Especialista en Exportar por Redes, Universidad de la Florida (Miami-EEUU)