El intendente de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, Walter Torchio, se mostró preocupado por la situación actual de la COVID-19 en su localidad, y advirtió que "lo peor que le puede pasar al sistema de salud es llegar a las fiestas con las camas y respiradores colapsados". En esta instancia, le pidió a todos los vecinos ser "más cuidadosos, solidarios y responsables".

Torchio dejó en claro que esto no se trata de una cuestión que solo involucra a la intendencia o a su equipo de salud, si no que son todos los habitantes de la localidad que deben ayudar  para que el virus no se propague, y poder tener así una navidad y año nuevo en buenas condiciones  junto a los seres queridos. En tal sentido pidió tomar conciencia y ser responsables a la hora de aplicar todos los cuidados porque "si llegamos al 21 y 22 de diciembre con el sistema de salud colapsado es un enorme problema".

El Jefe municipal explicó que la gran mayoría de casarenses, el fin de semana, supo disfrutar de las reuniones familiares, la extensión de horarios de bares y restaurantes y a la reapertura de polideportivos al aire libre, pero otros tantos "llevaron adelante acciones que perjudicaron a todos", remarcó.

¿Qué es lo que pasó en Casares que el intendente se mostró tan preocupado e insistente con su discurso?  Un grupo de jóvenes realizó una convocatoria en redes sociales con cita en el predio San Cayetano, allí se llevó a cabo una reunión masiva, donde más allá de no respetar ninguna instancia de higiene y distanciamiento, hubo disturbios y actos de violencia.  "El efecto de las reuniones familiares se sabrán en los próximos 14 días y lo que sucedió en San Cayetano no es aceptable", sostuvo Torchio respecto al tema.

Fuente: Municipalidad Casares

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