LEGISLADORA RURAL BONAERENSE

Vivir en la Ruralidad, según NATALIA SÁNCHEZ JAUREGUI

La única representante de los trabajadores y trabajadoras rurales de la provincia de Buenos Aires es la Diputada Provincial NATALIA SÁNCHEZ JAUREGUI. Nació en la ciudad de Necochea, pero desde muy joven abrazó con fuerte compromiso y vehemencia la causa del campo, animada e impulsada por GERÓNIMO “MOMO” VENEGAS, líder histórico de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). Este es el testimonio de esta legisladora que está marcando un antes y un después en la Cámara de Diputados de esa provincia, y que por segundo año consecutivo recibió el Premio a la Labor Legislativa.

Por Jorge Pirotta | 15-03-2023 11:11hs

Vivir en la Ruralidad es posible, es muy deseable para muchas personas que viven en la ciudad, pero es muy difícil de sostener si no tenemos un verdadero Plan Nacional, con políticas de largo plazo, que asegure la igualdad de oportunidades para quienes vivan o quieran seguir viviendo en el campo.

Todos saben que vivo en San Vicente por razones de trabajo, soy la secretaria general de la UATRE en ese distrito, pero nací en Necochea y represento como diputada provincial a la Quinta Sección Electoral en la Cámara de Diputados.

Desde que empecé mi gestión legislativa, el objetivo central de mi accionar estuvo y está dirigido a incorporar en el cuerpo legal de la provincia políticas que frenen el desarraigo de nuestra gente de campo, que defiendan los intereses de los trabajadores y los productores, que favorezcan las comunicaciones, la salud, la educación y rompan con el aislamiento al que condenaron a nuestro campo las viejas estructuras, pensadas exclusivamente para beneficio de unos pocos.

No tengo pelos en la lengua cuando tengo que criticar lo que considero que está mal, así como tampoco tengo reparos en resaltar las buenas políticas, especialmente cuando se refieren a favorecer a nuestra gente rural.

En ese sentido, como bonaerense del interior de la provincia, por primera vez siento que hay un muchísimas políticas que están pensadas y miradas hacia el interior y que en otras gestiones nunca nos sentimos incluidos en ellas. Y ese es el mérito que destaco de la gestión de nuestro gobernador Axel Kicillof.

Son políticas públicas claves para el desarrollo integral de nuestra provincia y, fundamentalmente, para generar igualdad de oportunidades para nuestros jóvenes, para nuestras familias. Ese es el caso, por ejemplo, del programa “Puentes” para el acceso a la Universidad gratuita cada 50 Km. Esta propuesta del Gobernador reconoce la realidad que muchos han obviado, o han dado vuelta la cara pretendiendo ignorarla: es muy difícil para una familia del interior mandar a sus hijos a la Universidad. Cuando un joven se tiene que ir a estudiar su familia directamente tiene que bancar otra familia, porque se tiene que ir a otra ciudad, o a los centros, a las capitales de las grandes ciudades.

Y qué distinto hubiese sido mi vida si eso hubiese pasado cuando terminé el Colegio y hubiese tenido esa oportunidad. Yo sé que seguiría viviendo en mi ciudad natal, en Necochea. Yo creo que de lo que se trata, más que nada, es todos los bonaerenses podamos tener las mismas oportunidades.

También tengo que destacar muchas otras acciones de este gobierno en relación con el sector rural que represento, como son el Programa de Mejoramiento de los Caminos Rurales, la creación de la Policía Rural pensada de manera que quienes ingresan sean baquianos, para poder cumplir mejor su función. También se tiene que conocer la gran obra de la que poco se habla y que los medios ni siquiera la hacen pública, que es la obra del Río Salado, donde se recuperan más de 8 millones de hectáreas que van a servir para la producción.

Y por ahí veo que se critica al gobierno de Axel Kicillof acusándolo de populista. Yo les quiero decir, a las y los criticones, que esto es algo concreto, que estos 8 millones de hectáreas se recuperan para el sector del campo y lo que esperamos también, como integrantes del sector trabajador, quizá el eslabón más débil de la cadena productiva de ese sector, que todos estos beneficios también lleguen a los salarios. Y eso también lo destacó el Gobernador, en la apertura de las sesiones legislativas: que los salarios puedan ganarle a la inflación y que puedan ser justos y recuperen el poder adquisitivo también para el sector rural.

Tenemos un desbalanceo fatal en la política de nuestro país. El campo es el motor de nuestra economía y, sin embargo, no tiene un peso acorde con ese aporte en las decisiones políticas ni en las representaciones legislativas. Al similar sucede con los trabajadores, no solo del sector rural sino de todos los sectores. Los trabajadores y trabajadoras somos la mayoría de la población, pero somos una insignificante minoría en los órganos del Estado.

Entonces, es lógico que el campo no sea tomado en cuenta muchas veces y que se lo tome en cuenta cuando peligra la producción, como por ejemplo este año con el tema de la tremenda sequía que padecimos. Pero también en esos casos, la verdad es que cuando pasan estas cosas lo que le pasa a los trabajadores es que trabajan más horas, tienen más compromisos con las tareas que realizan diariamente y, sin embargo, no reciben ningún beneficio extra.

Yo tengo la obligación de reclamar el espacio de nuestro sector, y en especial de las mujeres, en la legislación bonaerense. Se habla muy poco de los derechos de las mujeres. Se presentan proyectos en la Cámara de Diputados y ninguno contempla la ruralidad, y entonces lo salgo a decir, por ejemplo que tal proyecto de ley no contempla la realidad de las mujeres rurales, de los niños y niñas rurales, de los trabajadores rurales o simplemente de quienes viven en las zonas rurales.

Pese a todo, yo soy optimista y tengo fe y un profundo convencimiento de que es posible cambiar esta realidad. Sé que los trabajadores nos vamos a unir más temprano que tarde y vamos a ocupar los espacios de decisión que nos corresponden por derecho propio.

También estoy segura que el campo va a ocupar un papel todavía más importante que el que tiene hoy en nuestra realidad económica y social. Me imagino un país con un desarrollo demográfico acorde con su enorme extensión, con políticas que permitan a las familias que lo deseen asentarse en las zonas hoy despobladas de nuestra ruralidad y vivir dignamente.

Y tengo la satisfacción de decir que, humildemente desde mi puesto de lucha, he contribuido a llamar la atención sobre esta temática y que, gracias a la mirada amplia del gobernador Kicillof, estamos pudiendo concretar: vamos a llevar un Plan de Viviendas para familias rurales en San Vicente y estamos esperando desde hace más de un mes la respuesta del intendente de Necochea, porque la UATRE tiene allí tierras que en su momento le asignó el Concejo Deliberante, para poder construir también en mi ciudad natal un barrio con más de 300 viviendas para familias rurales.

El que no conoce la realidad del campo tal vez se sorprenda por lo que acabo de mencionar. Pero tiene que saber que, en general, muchas familias trabajadoras rurales viven en el campo en el que trabajan, y que cuando se jubilan o son echados por sus patrones, no tienen dónde ir a vivir. Terminan hacinados en las casas de parientes o viviendo en condiciones infrahumanas.

Lograr estas pequeñas cosas es pensar en igualdad, es pensar en igualdad de oportunidades. Es reconocer una realidad, a veces dolorosa, que necesita urgente atención.

Simplemente vengo del interior de la provincia de Buenos Aires de Necochea y lo que intento hacer en cada proyecto, en cada tarea legislativa, es interpretar las necesidades del interior de nuestra provincia y por sobre todo, por pertenecer a la UATRE, interpretar las necesidades que tiene la ruralidad que desde muchas gestiones nunca hemos sido tomados en cuenta desde las políticas públicas.

Por segunda vez consecutiva, este año recibí el Premio a la Labor Legislativa. Es un reconocimiento a nuestra constancia y a nuestra lucha. Por eso, aproveché el momento para pedirle a los señores y las señoras miembros del Senado Provincial, a que le dieran sanción a mi proyecto SOS RURAL, que ya tuvo dos sanciones en la Cámara de Diputados y se traba en el Senado.

Este proyecto, que en varios municipios fue tomado como ejemplo, apunta a la implementación de un sistema de GEO REFERENCIAMIENTO de las tranqueras de los campos. Esa información sería de carácter público y mejoraría enormemente la tarea de llegar a cualquier campo por parte de los bomberos, la policía rural, los servicios de salud, en definitiva, terminaría con gran parte del problema del aislamiento que hoy tenemos en el campo.

También estoy trabajando en otro proyecto que es la creación de la Secretaría de Trabajo Rural en el Ministerio de Trabajo de la provincia, con el objetivo de dotar a esa dependencia de recursos y personal idóneo para efectuar inspecciones en el terreno y asegurar el cumplimiento de la legislación laboral.

En suma, es muchísimo lo que hay que hacer, pero vuelvo al comienzo de esta nota: necesitamos un verdadero Plan Nacional, un proyecto que contemple la obra pública, la infraestructura, las comunicaciones, los servicios de educación y salud, en definitiva, que contemple todo lo necesario para que “Vivir en la Ruralidad” no sea una quimera o una realidad que lánguidamente tiende a desaparecer. Sé que, entre todos y todas, los que pensamos estas cosas, lo vamos a lograr

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