La rosa mosqueta es un arbusto silvestre que crece naturalmente en la zona de la Patagonia argentina. La flor de la rosa mosqueta, cuando se seca y caen sus pétalos, deja a la vista su pequeño fruto rojo (escaramujo), del cual se utilizan la pulpa, cáscara y semillas.

La producción de esta especie vegetal se encuentra poco difundida, debido a que se requiere mucha cantidad de frutos para obtener cantidades provechosamente comerciables de productos, ya sea aceite, harina, té u otros. No obstante, la cosecha de rosa mosqueta favorece el desarrollo de múltiples actividades productivas, pues todo el fruto es aprovechado,ya sea la extracción de su aceite para usos cosméticos, alimenticios e incluso farmacéuticos, o el uso de su desecho seco para la elaboración de productos como la harina.

Además la cosecha de este cultivo ofrece nuevos puestos de trabajo rural para personal no especializado, lo cual tiene un impacto positivo en la economía regional de la zona. Por último, el mercado internacional, en los últimos años, demanda cada vez mayores cantidades de estos productos, convirtiéndose en una importante ventaja para la exportación.

Tal es el caso de la empresa Flores Norpatagónicas SRL, oriunda de la Patagonia, que desde hace más de 15 años se dedica a la producción de aceite de rosa mosqueta y productos cosméticos derivados de su fruto. En búsqueda de expandir su producción con nuevos desarrollos alimenticios, solicitó asistencia técnica al Instituto Nacional de tecnología Industrial (INTI), para su nueva harina de rosa mosqueta. Marcelo Gurrea, socio gerente de la empresa, inició junto al INTI la gestión para la incorporación al Código Alimentario Argentino de la harina proteica de rosa mosqueta, trabajando en su certificación como alimento libre de TACC, alimento que por su valor nutricional y funcional tiene beneficios para la salud.

El valor de estos productos reside en que son fuente de vitaminas A y C, ácidos grasos poliinsaturados, calcio y fibra similar al salvado de trigo, pero por su origen libre de gluten.

Según investigó el INTI, el valor de estos productos reside en que son fuente de vitaminas A y C, ácidos grasos poliinsaturados, calcio y fibra similar al salvado de trigo, pero, por su origen, libre de gluten. Todos nutrientes beneficiosos para la salud, y con efectos antioxidantes y antiinflamatorios.