La reunión entre la Mesa de Enlace y el Ministro de Agricultura, Luis Basterra, el día de ayer confirmó las especulaciones que comenzaron hace poco más de un mes: un aumento en las retenciones a la exportación.

No obstante, el aumento vino aparejado de ciertas solicitudes históricas del campo: segmentaciones para los pequeños productores, impulso a las economías regionales y la redistribución de ingresos obtenidos a través de retenciones en el sector, evitando que las retenciones sean como Iannizzotto (titular de Coninagro) las presentó: meras "transferencias del sector privado a las arcas fiscales".

Según lo anunciado, el aumento de las retenciones afectará sólo a los grandes productores que exporten más de 1.000 toneladas de soja actual. Decisión que, dentro de lo que se esperaba, fue positiva y se sumó a la conquista de que las alícuotas al maíz y el trigo se mantengan en 12%.

Achetoni quien integró la reunión del día 3 de marzo, en representación de la FAA, afirmó que a pesar del estas características que tuvo el aumento, "no salieron conformes", ya que tenían la expectativa de que "el limite o tope sea del 30".

Rescató, sin embargo, "las mejoras en otros rubros, en otros cultivos y las mejoras en las retenciones a la soja para productores de menor escala" y también que se haya materializado la segmentación que tanto impulso la FAA.

Por otra parte, destacó que "las economías regionales están muy complicadas y hemos solicitado que se las asista con un fondo especial". Para Achetoni, las propuestas de "reintegrar o bajar las retenciones para algunos sectores" es ineficiente ya que "beneficia sólo a algunos sectores pero no se derrama al sector primario".

Con las conclusiones y las propuestas en mano, Achetoni aseguró que todavía resta "bajar a las bases de las entidades" los datos concretos de cómo sería la segmentación y redistribución para consecuentemente definir los "pasos a seguir"