La Unión Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (Ftciodyara), en el marco de un acuerdo de unidad de acción, iniciaron un paro total de actividades en reclamo de que se resuelva la paritaria del sector. A este reclamo también adhiere el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA).

Según los dirigentes gremiales, la medida de fuerza se debe a “la ausencia de respuestas de las Cámaras de la Industria Aceitera (Ciara), Argentina de Biocombustibles (Carbio), Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba (Ciavec), de Puertos Privados Comerciales (CPPC) y del Centro Exportador de Cereales y de la totalidad de las empresas que representan”.

Los representantes de los trabajadores denuncian que llevan meses intentando llegar a un acuerdo pero que las patronales sólo actúan dilatando las conversaciones para no alcanzar un cierre de las paritarias. “Es cada vez más evidente que las cámaras patronales en ningún momento han tenido voluntad de negociar y, muy por el contrario, han buscado empujar al conflicto a todas las organizaciones gremiales del sector”, denunciaron desde los gremios.

Desde la Cámara afirman que cuando se abrieron las revisiones, los sindicatos pusieron sobre la mesa nuevas demandas, con datos de inflación irreales, y pedidos de bonos especiales extravagantes, superiores al 176%.

El titular de Urgara, Pablo Palacio, denunció que las declaraciones públicas de las empresas no se ajustan a la verdad. “Mienten e intentan confundir con aumentos y sumas otorgadas en la revisión del período anterior. Pero para este año no ofrecieron nada a excepción de intransigencia, dilación y amenazas de castigar al sindicato y al personal", señaló Palacio.

Por el contrario, desde Ciara afirman que ya existía un acuerdo paritario que había sido aceptado por los sindicatos. Éste consistía en un incremento salarial del 25% para ser revisado una vez que la inflación medida por el INDEC superara ese porcentaje.

Sin embargo, desde la Cámara afirman que cuando se abrieron las revisiones, los sindicatos “pusieron sobre la mesa nuevas demandas, con datos de inflación irreales, y pedidos de bonos especiales extravagantes, superiores al 176%”. Esto llevó a los representantes de la Industria Aceitera a afirmar: “Las demandas gremiales son incumplibles, no tienen forma de ser atendidas. No existe registro alguno de un pedido similar en ninguna actividad económica en la historia del país”.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA, defiende que la propuesta empresarial atiende plenamente la inflación estimada para el año y brinda garantías reales y constitucionales, para que ningún trabajador pierda poder adquisitivo.

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