El destete tradicional, es decir la separación definitiva de los terneros de sus madres, es habitualmente a los 8 meses de vida, que en los planteos más comunes de servicio (1 de noviembre al 31 de enero) se efectiviza en otoño. Mientras el ternero está junto a su madre sigue mamando y en consecuencia le resta calorías a la madre para reponer su condición corporal.

Los terneros se alimentan 100% de la leche de sus madres los primeros 60 días y a partir de ese momento empiezan a “pellizcar” pasto, cada día ese consumo va en aumento. Se considera que a los cuatro meses de nacidos sus necesidades nutricionales son aportadas por la leche materna en un 50 % y el pasto por la otra mitad.

Pensando en las madres

Recién en el momento del destete las vacas madres dejan de aportar nutrientes a su ternero y empiezan a recomponer su condición corporal. ¿Por qué es importante que la vaca mejore su condición corporal?: porque a mejor condición corporal hay mayores posibilidades de quedar preñada más temprano en el próximo servicio. Es por eso que muchas veces es recomendable, según la escala del rodeo, practicar el DP en las vacas “cola de parición” para igualar a las de “cabeza” mejorando el manejo y la eficiencia general del rodeo. Otra práctica común es hacerlo con las vaquillonas de primera parición.

Situándonos en los campos naturales donde se desarrolla la cría vacuna, las vacas que tienen un destete tradicional (meses de abril, mayo) tienen por delante meses de poca producción de pasto y de menor calidad; en consecuencia menos nutrientes aprovechables que aquellas que le quitamos el ternero unos cuatro meses antes. Estas últimas disponen de más pastos y de mejor calidad (de verano) para recomponerse.

Pensando en los terneros

Los terneros pueden ser destetados precozmente desde los 60 días siempre y cuando pesen al menos unos 70 kilos; pero el éxito del desarrollo de esos terneros es la dieta que necesitan a partir de ese momento. Además de tener un balanceado que reemplace la leche, de alto contenido proteico y de calidad, debe tener estimulantes que aceleren el desarrollo del rumen y que estimulen las defensas. Estos balanceados se denominan pre-iniciadores. La experiencia demuestra que los terneros bien alimentados en los primeros meses de vida tienen mejores índices de engorde en toda su vida que aquellos que fueron mal alimentados.

Los especialistas hablan de “destete hiper-precoz” cuando se realiza a los 30 días pero necesita de alimentos específicos para esta práctica.

Pensando en el rodeo

En la cría la eficiencia reproductiva es la variable que más incide en el resultado económico. La mayor eficiencia de un rodeo de cría es lograr un ternero por vaca y por año y el DP es una excelente herramienta para mejorar esa variable. En muchos establecimientos la práctica del DP es habitual para alcanzar esos objetivos, pero en algunos casos acortar la lactancia apunta a enfrentar desastres climáticos como inundaciones, sequías o incendios, acortando el período de lactancia para una recuperación rápida de los vientres.

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