La Asociación de productores de Arándano de la Mesopotamia Argentina (APAMA) advierte que "la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) ocasiona un impacto negativo en la posibilidad de registrar a nuestros trabajadores", ya que al hacerlo, el personal en cuestión pierde el beneficio otorgado por el Gobierno nacional.

"Esta situación reduce en gran medida la mano de obra disponible para nuestra actividad de cosecha”, remarcaron desde la entidad. En un comunicado de prensa, y en esa misma línea, informaron que bajo la autoría de la Diputada Nacional por Entre Ríos, Mayda Cresto, y acompañado por 16 diputados nacionales, se presentó el Proyecto de Resolución 4323-D-2020, en el que se solicita al Poder Ejecutivo Nacional: "Darle continuidad al Ingreso Familiar de Emergencia, creado por Decreto 310/2020, a los trabajadores rurales temporales de las economías regionales que realicen cosechas durante la pandemia del COVID- 19".

“Esperamos ser escuchados y que esta medida se concrete a la mayor brevedad”, precisa el escrito, que lleva la firma del presidente de Apama, Alejandro Pannuzio.

La entidad además detalla que: “Nos encontramos en las vísperas de la campaña 2020 que ha comenzado de modo incipiente con los primeros embarques. Nuestra actividad es una gran generadora de mano de obra que resulta imprescindible para poder exportar sus frutos y traer divisas al país”.

Y destaca que  el periodo de  trabajo más intenso es "durante los meses de octubre a diciembre movilizando en el NEA de manera directa e indirecta más de 12.000 personas"." Es gratificante ver el mayor movimiento comercial que se genera en las ciudades sobre el fin de año de todo el personal que con tanta dedicación cosecha uno por uno los arándanos que hacemos crecer durante todo el año”,indicaron desde la entidad.

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