El jueves, los principales granos cerraron con fuertes bajas en Chicago, afectados por una toma de ganancias y por la mejora climática registrada, durante la última semana, en las zonas productoras sudamericanas.

Así, el contrato de soja de mayo descendió un 1,79% (US$ 9,37) hasta llegar a los US$ 511,56 por tonelada, mientras que la posición  julio cedió un 1,81% (US$ 9,37) y cerró la rueda de negocios en US$ 507,25 la tonelada.

El corrimiento de la demanda hacia Sudamérica, a medida que va ingresando la cosecha del sur del globo al mercado, dio sustento a las bajas de los contratos de la oleaginosa negociados en el mercado de Chicago. Esta situación anticipa menores exportaciones del grano por parte de Estados Unidos, según informaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

A esto, se sumaron las potentes precipitaciones que se registraron en los últimos días en Argentina, que frenaron el deterioro de los cultivos y metieron presión bajista sobre las cotizaciones.

En el caso de los granos amarillos, el precio de los contratos de maíz retrocedió 2,06% (US$ 4,53) y cerró el día a US$ 215,15 por tonelada, como resultado de la toma de ganancias por parte de los fondos de inversión especulativos, las mejoras en los cultivos en las zonas productoras de Argentina y la baja en el precio del petróleo.

Por último, los contratos del trigo bajaron 1,48% (US$ 3,49) y cerraron en US$ 231,67 por tonelada, producto de la ventas técnicas por parte de los fondos y por la firmeza del dólar contra las demás monedas, según detallaron desde la corredora de granos local Grassi.

Además, un escenario climático favorable al desarrollo del trigo de invierno estadounidense, los rumores sobre una posible "relajación" en el esquema arancelario de la Federación Rusa y un incremento en la estimación de producción (de 76 a 79 millones de toneladas) sumaron presión a la baja.

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